CIUDAD DEL VATICANO, 18 de octubre.- Benedicto XVI denunció que actualmente son muchos los cristianos que “ni siquiera” conocen el núcleo central de su fe, que es el Credo, y que se está dejando espacio a un sincretismo y relativismo religioso con el que se corre el riesgo de llegar a una religión “hecha por uno mismo”.

El Papa hizo las afirmaciones ante unas 40 mil personas que asistieron en la plaza de San Pedro del Vaticano a la audiencia pública de los miércoles, cuya catequesis dedicó a profundizar “para renovar la alegría de creer en Jesucristo y caminar tras sus huellas”.

Dijo que en este Año de la Fe, que comenzó el pasado 11 de octubre en el 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, los cristianos deben reforzar y encontrar la alegría de la fe, sabedores que no es algo extraño al hombre, sino que está en su alma.

El Vaticano anunció ayer el envío de una delegación de cardenales y obispos a Siria con el fin de mostrar la "solidaridad fraterna" de la Iglesia Católica con el pueblo que sufre bajo la violencia del conflicto.

Ratzinger señaló que hoy vivimos en una sociedad cambiada respecto a un pasado en continuo movimiento, y que los procesos de la secularización y de una difundida mentalidad nihilista, “en la que todo es relativo”, han marcado fuertemente la mentalidad común.

“Así, la existencia es vivida muchas veces a la ligera, sin ideas claras y esperanzas sólidas, dentro de las relaciones sociales y familiares. Especialmente, la nuevas generaciones no son educadas para la búsqueda de la verdad y del sentido profundo de la existencia”, subrayó.

Benedicto agregó que el relativismo lleva a “no tener puntos de anclaje y a tener recelos y sospecha que causan rupturas en las relaciones humanas” y a vivir la vida sin asumir responsabilidades.

Añadió que si el individualismo y el relativismo parecen dominar el alma de muchos hombres “no se puede decir que los creyentes queden totalmente inmunes de estos peligros”.

Subrayó que las investigaciones realizadas con motivo del Sínodo para la Nueva Evangelización, que se celebra este mes en el Vaticano, han puesto en evidencia una fe vivida de manera pasiva y privada, el rechazo a la educación en la fe y una fractura entre fe y vida.

“El cristiano de hoy muchas veces no conoce ni siquiera el núcleo central de la propia fe católica, el Credo, y así deja espacio a un cierto sincretismo y relativismo religioso. No está lejos el riesgo de construirse una religión hecha por sí mismo”, denunció el Papa.

El Pontífice añadió: “tenemos, por el contrario, que volver a Dios, tenemos que volver a descubrir el Evangelio, para que entre de manera profunda en nuestras conciencias, en nuestra vida”.

Benedicto XVI agregó que la fe en un Dios que es amor indica “de manera luminosa” que sólo en el amor el hombre encuentra su plenitud.

“Hoy es necesario reiterarlo con claridad, mientras las transformaciones culturales muestran muchas veces muchas formas de barbarie, que pasan bajo la etiqueta de ‘conquistas de civilización’, la fe señala que no hay verdadera humanidad si el hombre no está infundido del amor que viene de Dios”.

Benedicto XVI aseguró que donde hay “dominio, posesión, explotación, mercantilismo, egoísmo y arrogancia, el hombre se empobrece, se degrada y se desfigura”. (EFE)