Cinco estrellas

A propósito del día del niño, se estrenó en cartelera la cinta animada “Astroboy” basada en la popular caricatura que creara el japonés Osamu Tezuka en la década de los 60’s. Esta nueva versión utiliza técnicas de animación por computadora y es dirigida por David Bowers, que en 2006 debutó como director con “Lo que el agua se llevó” —a mi juicio una de las mejores cintas infantiles realizadas en la última década. “Astroboy” es la segunda película de Bowers y es tan fantástica como la primera. Con solamente dos trabajos, este director se consolida ya como uno de las mejores en el cine animado. La historia del niño robot que defiende a Ciudad Metro de poderosos enemigos es retomada en este filme que se centra en aclararnos el origen de Astroboy. El doctor Tenma es especialista en construir robots y tiene un hijo llamado Toby, un pequeño genio que parece destinado a seguir los pasos de su padre. Un accidente en el laboratorio provoca la muerte de Toby. Atormentado, Tenma decide construir un robot igual a su hijo e insertarle en su programación todos los recuerdos del difunto.

La anécdota de Frankestein es utilizada para que Tenma desafíe a la naturaleza tratando de resucitar a su vástago a través del robot. La máquina despierta creyendo que es Toby y todo parece ser como antes. Pero la felicidad del doctor se desvanece cuando descubre que el androide no es exactamente igual a su retoño. El dolor de aceptar que el verdadero Toby nunca va a regresar lo hace rechazar al robot, revelándole que no es un niño sino una máquina. Entristecido, el robot huye mientras alimenta el anhelo de ser un niño de verdad para ser querido por su padre. Como un Pinocho intentando satisfacer los sueños de Geppeto. Pero aquí no hay hadas mágicas que puedan transformar la realidad de Astroboy.

Aunque la historia tiene un trasfondo triste, “Astroboy” es una película que dosifica muy bien sus emociones. Hay muchas escenas de acción y también hay tiempo para la comedia, sobretodo por un trío de tontos robots llamados el Frente Revolucionario Robótico que nos regalan los mejores chistes de todo el filme.

Técnicamente las animaciones son excelentes, desde su colorido hasta sus refinadas texturas, además de mantenerse fieles al espíritu de la caricatura original. El trabajo de dirección y montaje es asombroso y le da a la cinta la fluidez exacta entre cada fotograma. Un guión bien construido, personajes bien perfilados y un ritmo sostenido a la perfección.

Se nota que Bowers es un cinéfilo empedernido pues hay muchos guiños cinematográficos, desde sus referencias al “Frankestein” de James Whale, pasando por “Inteligencia Artificial” de Kubrick y Spilberg, “Pinocho” y hasta “Fenómenos” de Tod Browning, cuando los robots desechados cantan “One of us” intentando convertir a Astroboy en uno de ellos.

“Astroboy” es de esos pocos filmes para niños que proponen una gran cantidad de valores, primordialmente nos habla sobre la importancia del amor filial y la amistad. Pero también hay un mensaje ecológico, social y hasta político. El tema central de esta cinta es que el verdadero sentido humano radica en la capacidad de ayudar a los demás. Aunque el protagonista es un robot, demuestra tener sentimientos más puros que los propios humanos. Como dice el doctor Elefun, amigo y colaborador del doctor Tenma: “Astroboy es más humano que todos nosotros”.

Lo mejor: un guión impecable, las animaciones están muy pulidas, las escenas de acción bien trabajadas, los personajes perfectamente construidos, sus referencias cinematográficas y por supuesto el Frente Robótico Revolucionario que es divertidísimo.

Lo peor: absolutamente nada.