MEXICO, D.F., 25 de noviembre.- A escasos días de cumplirse el segundo año de Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, la situación nacional es complicada, pues al estancamiento económico y el deterioro en los niveles de la pobreza se suman la injusticia, la falta de visión, la irritación social y ahora la ausencia de transparencia de un Jefe del Ejecutivo que al hablarnos de sus bienes ocultó información, que hecha pública por versiones periodísticas, se ha convertido en tema que describe muy bien a esta clase política que regresó diciendo que ellos sí sabían gobernar, declaró la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Beatriz Zavala Peniche.

La vicepresidenta de la Cámara de Diputados, Beatriz Zavala Peniche.

Agregó que el mayor daño lo ha sufrido el descrédito de las instituciones, empezando con la presidencial.

-- A este Gobierno se le ha concedido, de la mejor manera posible, un marco legal nuevo para que se facilite la tarea de gobierno, cosa que ellos se habían negado hacer en el sexenio anterior –dijo-. Sin embargo, esos avances, que pudieran ser logros institucionales se han tratado de manejar más con mercadotecnia que con esfuerzo y trabajo.

No es posible que el tema de la llamada Casa blanca haya servido para mostrarnos que el Presidente no nos dijo todo a pesar de que presumió haberlo hecho –agregó-. Todos los servidores públicos tenemos la obligación de presentar nuestra declaración patrimonial y en ella incluir los bienes y adeudos de cada uno de los dependientes económicos.

En este sentido es urgente que sea puesta en marcha la discusión para tener una reforma contra la corrupción, para que este tipo de asuntos no se queden como ahora, sin investigación a fondo y mucho menos una sanción y también para que funcionarios no reciban regalos como casas, terrenos u otros bienes, disfrazados a través de empresas "amigas", como ahora nos enteramos que posiblemente haya ocurrido.

-- Urgen nuevas reglas, más claras y justas para darle a los ciudadanos mayor transparencia al trabajo público y su remuneración, puntualizó. Urge también que los funcionarios federales dejen de andar buscando premios y reconocimientos internacionales y que se pongan a hacer su trabajo para que el país retome el camino positivo que se traía en economía y muchos otros rubros en los que ahora hay retroceso.

-- Tampoco es posible que, en casos como el de Ayotzinapa, dijo después de un mes de investigaciones nadie nos diga, ni a los padres de los jóvenes desaparecidos, qué fue lo que realmente ha ocurrido y que dio origen a ese lamentable suceso, pues persisten las dudas respecto de la historia que la Procuraduría General de la República ha hecho pública.

El caso Tlatlaya va por el mismo camino, con poca información e investigaciones no trasparentes –agregó-, y así como esos son muchos los temas sin resolver y eso no sólo se percibe, sino se expresa con las constantes manifestaciones a nivel local y también internacional.

Los señores en campaña ofrecieron gobernar –concluyó-, pero si esto es saber gobernar, el país les está quedando muy grande. México ha crecido en democracia y ahora es un país con una expresión popular muchísimo más abierta y que sabe exigir sus derechos, que cuando el PRI perdió la Presidencia de la República en el 2000, concluyó.