1489 palabras
Seguramente cuando Usted, estimado lector, se traslada a su trabajo o a cualquier diligencia, se cruza en su camino con no pocos vehículos cuyas placas de circulación empiezan con las letras YZG, lo que significa que están al servicio del gobierno del Estado, teniendo por tanto muchos de ellos —aunque no todos, sobre todo los usados por los servidores públicos de mando superior— rótulos con los nombres de diferentes dependencias estatales.
Esta gran cantidad de vehículos oficiales con los que topamos diariamente en calles y estacionamientos tienen su origen principalmente en el "Programa de Arrendamiento Vehicular" anunciado con bomba y platillo por el gobierno estatal cuando se implementó por vez primera en el 2008 para "modernizar el parque vehicular en 18 dependencias y 17 entidades, sin exceder los topes presupuestales y con estricto apego a la normatividad vigente en materia de adquisiciones y transparencia", según se asentó literalmente en el primer informe de gobierno.
En ese momento, tanto la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco como funcionarios de su gabinete, entre ellos Armando Baqueiro Cárdenas y Luis Hevia Jiménez, secretario de Planeación y Presupuesto y Oficial Mayor en ese entonces y hoy presidente estatal del PRI, respectivamente, declararon a numerosos medios de comunicación que ese programa permitiría no sólo renovar el parque vehicular al servicio del gobierno estatal "dejado en deplorables condiciones por la administración anterior", sino también ahorrar mucho dinero del erario destinado al mantenimiento frecuente de los "maltratados" automotores heredados, al combustible que vorazmente consumían sus "viejos" motores y al aseguramiento de dichas "carcachas".
Sin embargo, por diversos factores —siendo tal vez el más importante el que en vez de aplicar primordialmente el programa para la renovación de la flotilla como fue concebido originalmente, sirvió para incrementar indiscriminadamente el parque vehicular de las dependencias y entidades a fin de dotar de vehículos a numerosos puestos que antes no contaban con ellos— como ocurre muchas veces con los planes y proyecciones oficiales, éso no estuvo ni cerca de la realidad, tal y como veremos a continuación.
Mantenimiento vehicular.- Como puede apreciarse en la gráfica respectiva, el gasto realizado en refacciones y mantenimiento vehicular fueron los conceptos de gasto relacionados con el parque vehicular que en conjunto menos habrían aumentado entre el 2007 y el 2010. Proyectando hasta diciembre del 2010 el gasto realizado en los primeros once meses del mismo, dicho gasto sólo se habría incrementado en unos $8 millones, lo que equivale a un "módico" 15.6%, aproximadamente.
Aunque no es así en otras partidas relacionadas con el parque vehicular del gobierno estatal, el gasto en mantenimiento vehicular no ha sufrido mayores incrementos en los últimos años.
Ahora bien, si se considera el gasto que en ambas partidas realizó el gobierno del Estado durante el 2009 —$64.6 millones— el incremento pudiera ascender hasta un 30% aproximadamente respecto al 2007. Aún así, este aumento "razonable" pareciera justificar el Programa de Arrendamiento Vehicular adoptado por el gobierno estatal, si no fuera porque existen además otras gastos relacionados con el parque vehicular que sufrieron incrementos realmente alarmantes a partir de la implementación de dicho programa.
Combustible.- Por lo que respecta al consumo de combustible y como la gráfica correspondiente muestra, a diferencia del mantenimiento vehicular, esta partida del gasto sufrió un incremento radical desde que el Programa de Arrendamiento Vehicular fue implementado. Con cifras hasta noviembre, el gobierno estatal destinó a esta partida casi $80 millones, es decir, $36.6 millones más que lo erogado en combustible durante todo el 2007, lo que representa un incremento del 84.7%.
Si se proyecta el gasto de combustible hasta diciembre del 2010, su monto prácticamente duplica lo gastado en ello durante el 2007.
Tomando en consideración los $94.2 millones ejercidos en esta partida durante el 2009, su monto total durante el 2010 muy probablemente ronde los $100 millones, excediendo por ende hasta 2 veces y pico su importe del 2007 y evidenciando en términos monetarios el indiscriminado aumento en el número de vehículos que usa el aparato estatal y que a diario vemos circulando los ciudadanos.
Seguros.- Esta partida es otra de las que sufrió un importante incremento con motivo de la implementación del Programa de Arrendamiento Vehicular.
Como la gráfica de Gasto anual en seguros vehiculares muestra, hasta noviembre del 2010 el gobierno estatal había erogado más del doble de lo gastado en esta partida durante todo el año 2007. El incremento así mostrado equivale a un 110.6%. Si este gasto hasta noviembre se proyecta hasta diciembre, tendremos que el incremento porcentual respecto al último año de la administración estatal anterior se eleva a casi el 130%.
Los seguros vehiculares, lejos de verse disminuidos por el Programa de Arrendamiento Vehicular como se ofreció, es otro concepto que se duplicó respecto al 2007.
Arrendamiento vehicular.- Ahora bien, la implementación del Programa de Ahorro Vehicular tiene, en sí, un gasto directo: el propio arrendamiento de las unidades. En los últimos tres años, en este concepto el gobierno estatal ha erogado casi $150 millones ($31.5 en 2008, $58 en 2009 y $60 hasta noviembre del 2010). En el 2007, mientras tanto, el gobierno estatal únicamente erogó 268 mil pesos en este concepto (ver gráfica Gasto anual por arrendamiento de vehículos).
Para dimensionar el monto erogado en esta partida en los últimos tres años, baste decir que con el mismo se pudieron haber adquirido en propiedad "firme" mil vehículos con valor factura de hasta 150 mil pesos cada uno.
Sumando el monto erogado en arrendamiento vehicular y lo invertido en la compra directa de nuevas unidades, el gobierno estatal casi ejerció $84 millones durante el 2010 para "renovar" su parque vehicular
Por otro lado, aunque también se dijo que el gasto realizado en arrendamiento de vehículos debía traducirse en una significativa reducción en el monto destinado a la compra directa de vehículos realizada a través del Capítulo 5000 de "Bienes muebles e inmuebles" para destinar esos "ahorros" a otras "acciones prioritarias", éso tampoco fue así, pues mientras que en el 2007 sólo se invirtieron $1.3 millones en la compra de vehículos, durante el 2010 (hasta noviembre) el gobierno estatal destinó a ello $23.4 millones, es decir, 1700% más que lo destinado en el último año de la administración anterior. Los años previos al 2010 tampoco fueron diferentes: en el 2009 se ejercieron $31.8 millonera para la compra de vehículos y en el 2008 se destinaron $23.8 millones a ello, éso sin considerar los millones de pesos ejercidos cada uno de esos años provenientes de fondos federales como el de Seguridad Pública (Foseg).
En resumen, entre el gasto de arrendamiento de vehículos y la compra directa de automotores cargados exclusivamente al presupuesto estatal, el gobierno estatal destinó a "renovar" su parque vehicular —para regocijo de los servidores públicos que "estrenaron" coche— casi $84 millones sólo durante el 2010 —contra $1.6 del 2007— y $229 millones en los últimos tres años.
Si a esos montos se adicionan los otros gastos indirectos al parque vehicular (combustibles, mantenimiento y seguros), las cifras se incrementan a $231.9 millones para el 2010 —contra $102.5 del 2007— y a $707.5 millones para el trienio 2008-2010.
Pero el enorme costo de la "renovación" del parque vehicular no es todo el problema. Está también el de la propiedad de los vehículos. Si el gobierno estatal quisiera hacerse de la propiedad firme de los vehículos arrendados algunos con hasta 3 años de antigüedad, deberá hacer millonarios pagos finales por ellos —sorteando la limitación que la Ley de Adquisiciones impone a las compras de bienes usados, como es el caso. De no hacerlo, ni siquiera "carcachas" dejará a la siguiente administración. JECM