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Como cada año, con fe y devoción miles de fieles católicos de Tekantó dieron la bienvenida al Santo Cristo de la Exaltación la noche del pasado domingo 15 de noviembre, al ser traído en peregrinación el Cristo Negro de la población de Citilcum, distante de aquélla unos 8 kilómetros.
Desde tempranas horas de ese día, los feligreses fueron a buscar al Cristo Negro, siendo cargado el mismo por custodios y voluntarios. A su llegada a la población lo dejaron en la capilla de San Román donde permaneció toda la tarde.
A las 18 horas se ofició una misa y luego se realizó una magna procesión que contó con la presencia de la banda de guerra de la escuela secundaria "Guillermo Prieto", una charanga entonando música religiosa y un mar de gente que hizo la caminata de más de un kilómetro hasta llegar al centro del poblado.
El tronar de voladores y las hiladas de petardos, así como las velas encendidas, flores y ruda que los feligreses llevaban en la mano, fueron evidencia de la fe y fervor de los mismos por el Santo Patrono de la comunidad.
El amor y cariño que la gente tiene al Santo por considerarlo milagroso, provocó que numerosos visitantes llegaran de diferentes poblaciones circunvecinas, otros estados de la república e incluso del extranjero. Así, un mar de gente tomó toda la explanada y atrio de la iglesia de San agustín, así como las principales calles del recorrido de la procesión.
La quema de fuegos pirotécnicos que incluyó "cipreces", "cascadas" y "globos", fue tan impresionante que emocionó a toda la gente presente, que en gran número aprovechó el puente de fin de semana para acudir a festejar el inicio de la fiesta tradicional de la población.
Al término de la procesión, la efigie sagrada fue ingresada al recinto católico donde se efectuó una misa a cargo del presbítero Alejandro Rubio Romero, ante un lleno total de la iglesia.