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DALLAS, Texas, EE.UU., 15 de marzo.- Fueron más de 2 mil los aficionados que se dieron cita en un reconocido restaurante texano de Dallas para presenciar el pesaje previo a la gran función del UFC 171 que protagoniza Johny Hendricks contra Robbie Lawler.
Faltaban más de tres horas para que el pesaje diera inicio y las filas afuera del recinto eran enormes con aficionados histéricos por apoyar a su peleador favorito y conseguir la foto del recuerdo con alguno de los peleadores.
Ya adentro, los aficionados se dedicaron a comprar la playera, tomarse la foto digital con alguno de los peleadores y hasta comprarse una cerveza mientras disfrutaban del conteo regresivo previo a la ceremonia.
En punto de las 15:30 horas de ayer, el comentarista oficial del UFC, Joe Rogan, subió a la tarima y uno a uno fue presentando a los peleadores que se enfrentaron a su primer gran desafío del evento: la báscula.
La belleza de las ring girls era el marco perfecto para la gran fiesta que se avecinaba, los combatientes fueron subiendo y dando el peso, el primer problema surgió cuando Renee Forte no dio las 155 libras antes de su pelea ante el mexicano Frank Treviño, de no cumplir con el peso se le impondría una multa.
Segundo pecado de la tarde: el de sangre azteca Kelvin Gastélum rebasó las 170 libras para su combate ante Rick Story, una hora después dio las 171 y con ello la pelea quedó pactada.
Por último, un tercer fallo, el rankeado 1 de la división y peleador local, Johny Hendricks, pesó 171.5 libras, pero debía de dar las 170 exactas del peso Welter.
Invitado de lujo tuvo el pesaje del UFC 171 en Dallas, Texas.
Caín Velásquez, campeón mexicano de peso Completo del UFC, hizo acto de presencia en el restaurante tejano sede de la ceremonia de la báscula y se dio tiempo de hablar con los medios y tomarse la foto con sus fieles seguidores.
Velásquez aseguró que ya no ve la hora de regresar al octágono y más cuando se confirmó que su próxima defensa de campeonato será en México, por lo que sólo está en espera del alta médica para poder confirmar el compromiso.
“Sé que Dana (White) y la gente de la empresa está haciendo todo el esfuerzo para poder estar en México, en lo personal estoy trabajando muy duro en mi recuperación, cumpliendo con todas las terapias y fortaleciendo mi hombro. Estar allá es un gran sueño; estar en la tierra de mis padres, con los aficionados y todo lo que representa”, declaró Caín.
El campeón de los completos también reconoció que altos mandos del UFC ya le ofrecieron el ser coach de la nueva temporada de The Ultimate Fighter Latinoamérica, sin embargo no ha querido confirmarlo por su lesión en el hombro.
“Es mi sueño pelear ahí (México), pero la tarea es estar bien, sentirme mejor lo más rápido posible. Haré lo posible para que eso suceda... Estoy esperando lo que diga el doctor para volver a entrenar. Sólo estoy haciendo algo de pesas”, dijo.
Todo el trabajo, dedicación, tiempo y sacrificios que tuvo que hacer Frank Treviño a lo largo de su carrera como peleador han rendido frutos y ahora podrá ver recompensado todo eso al debutar dentro de la jaula más famosa del mundo, la del UFC.
Será el día de hoy cuando el nacido en Reynosa, Tamaulipas, pero criado en McAllen, Texas, trepe al octágono para enfrentar al brasileño Renee Forte.
Treviño viene de una preparación muy dura y llena de sacrificios, sin embargo lo que más le pesó fue el no poder estar en el sepelio de su abuela tras su muerte el mes pasado, quien fuera una figura muy importante en su vida.
“No quería decir nada, pero mi abuela murió hace un mes. No pude estar en su funeral, fue una señora que me apoyó mucho, su nombre era María de Jesús Hernández. La extraño mucho, me siento triste porque murió y es a ella a quien le quiero dedicar esta pelea”, respondió Frank en medio de lágrimas mientras atendía a los medios de comunicación en español.
Con un semblante más relajado, el tamaulipeco respondió a los cuestionamientos sobre el gran corte de peso que sufrió para esta pelea, recordando que él inició su carrera en las 185 libras y su debut en el UFC lo hará en las 155.
“Tuve algunos problemas con el peso, sobre todo porque me avisaron apenas hace dos meses que iba pelear y estaba en 205 libras, por lo que me costó trabajo bajar. Estoy trabajando muy fuerte”, dijo.
Pocas veces se ha visto una ceremonia de pesaje con situaciones tan extrañas en UFC. El peleador originario de esta ciudad texana y contendiente número uno a la corona de los Welter, Johny Hendricks, sufrió para dar el peso y cerca estuvo de perder la oportunidad de disputar el título ante Robbie Lawler por una libra y media.
No fue de Robbie Lawler el primer golpe que se llevó el peleador rankeado como número uno en la División Welter. En esta ocasión fue de parte de la báscula. La fiesta con su gente tuvo una pausa cuando subió a la romana y esta marcó 171.5 libras, una y media más de lo pactado.
El originario de Dallas tenía dos horas para dar el peso en caso de no haberlo dado todavía podía pelear pero lo que hubiera ocurrido es algo similar al boxeo, si Hendricks ganaba la pelea el título quedaba vacante y si Robbie Lawler lo hacía sería el nuevo campeón, pero para su fortuna Johny lo logró.
Fue aproximadamente una hora y media de angustia, el hombre de la abundante barba subió a la báscula bajo la atenta mirada de su equipo y sobre todo, del Presidente de UFC Dana White, quien fue el primero en gritar de alegría cuando la aguja indicaba que Hendricks había marcado las 170 libras reglamentarias. Habrá combate por el título de los Welter.
Otro que tuvo problemas de peso fue el peleador de origen mexicano Kelvin Gastelum, su rival, Rick Story lo dio sin percances, pero al momento de subir, el impacto fue mayor, pues se había pasado 2.5 libras de las 170 reglamentarias y contaba igualmente con un par de horas para estar en el límite.
Kelvin lució contrariado y mientras White trataba de tranquilizarlo, su staff se aprestó a llevarlo al sauna y buscar de esa forma que cumpliera con el requisito para combatir este sábado en el octágono de la American Airlines Arena.
En su segundo intento apareció nuevamente la angustia, pues seguía arriba, fue hasta el tercero cuando, bañado en sudor, Gastelum marcó 170 y el júbilo apareció de nueva cuenta.
Los aficionados que todavía se mantenían en las instalaciones de la sede alterna para el pesaje gritaron inmediato había terminado la ceremonia con algunos detalles inesperados. Sin embargo la fiesta no terminó y todo está listo para la realización de UFC 171 en el American Airlines de Dallas. (Agencias)