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México (31 de julio).- Evitar las comidas calóricas ricas en carbohidratos y grasas, sobre todo al mediodía y en la cena, previene la somnolencia postprandial que se caracteriza por sentir sueño y pesadez profunda, tras la ingesta de alimentos, informó el especialista Rubén Santoyo Ayala, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco.
En este sentido, explicó que el malestar se debe a distintos factores, como la alta concentración de niveles de azúcar y grasas en la sangre, lo que ocasiona aletargamiento e incluso disminución de flujo sanguíneo y de oxigenación a nivel cerebral.
Distintas hormonas y aminoácidos que intervienen en el proceso de metabolización y digestión de los alimentos se ven alteradas, como el triptófano que es un aminoácido que a su vez eleva sustancias que son inductoras naturales del sueño.
La persona que come de más o alimentos con altos contenidos calóricos siente una imperiosa necesidad de dormir.
El especialista advirtió que ingerir estos alimentos en grandes cantidades y de forma frecuente, incrementa la posibilidad de sufrir pancreatitis, condición que puede conducir en poco tiempo a desarrollar insulina de mala calidad y por consiguiente diabetes.
En el caso de la cena, cuando se ingieren alimentos muy pesados, se corre el riesgo de presentar una especie de reflujo o broncoaspiración mientras están dormidas, además de que la digestión tiende a volverse lenta bajo estas condiciones.
Bajo este esquema, Santoyo Ayala recomienda evitar comer y cenar “pesado”; ponerse en movimiento tras la ingesta de alimentos; ingerir un vaso de agua natural después de comer; consumir carnes magras, pescado, frutas y verduras en los menús diarios.
“La comida más completa debería ser el desayuno, dado que al ser en horario matutino, brinda la posibilidad de que la persona se encuentra en un estado mayor de alerta y tenga reservas de energía, luego de una noche de sueño reparador”, señaló.- (Agencias)