Los "detalles" que las mujeres no consideran tan terribles, pero que los hombres consideran fatales
Llorar después del sexo. ¿Para qué provocar un momento incómodo luego de haberla pasado tan bien?
Preguntar si te ves gorda en medio del acto. No es el momento para pedir opiniones.
Tener una crisis de histeria porque su compañero se quedo dormido. A ellos el orgasmo les da sueño. ¡Ni modo!
Morder el pene durante el sexo oral.
Fingir el orgasmo.
Penetrar el ano sin preguntar o averiguar si a él le gusta ese tipo de estimulación.
Ir a orinar en medio del sexo, cuando la situación se está poniendo más caliente. Vayan a orinar antes para evitar esos sucesos.
Poner "peros" para practicar nuevas posiciones o hacer el sexo oral.
Tomar el pene como si fuera una bolsita de gel y apretarlo muy fuerte.
Torcer los testículos sin delicadeza.
Hacerse una mujer difícil, inalcanzable para el sexo.
Tumbarse en la cama como un vegetal y esperar que el hombre lo haga todo.
Negarse a hacerlo hasta que la luz esté apagada
Hablar sobre cosas sin importancia que no tienen que ver con el sexo mientras tienes relaciones.
Estar muy atentas a detalles insignificantes, como el teléfono, la televisión, el cerrojo de la puerta
Excitar al hombre y quitarte a la hora de la acción. Para nadie es bueno quedarse con ganas.
Poner excusas para no tener sexo. Si no quieres, mejor dilo. La excusa del dolor de cabeza ya no es creíble porque se dice que el sexo alivia esos malestares.
Poner cara de asco cuando le haces sexo oral.
"Castigar" negando el sexo cuando tienes una pelea con tu pareja.
Ponerse a limpiar inmediatamente después del sexo.
Matar el momento, poniándose a limpiar todo antes de empezar o seguir con el sexo.
Comparar su pene con otros penes que hayas conocido.
Tener sexo sin ganas.
Tener sexo mientras planeas las compras que tienes que hacer luego de terminar, la comida que tienes que preparar o la ropa que hay que lavar.
Pretender que tu pareja encuentre por arte de magia el punto G.
Decir que es virgen cuando no lo es.
Jugar a la niña buena diciendo que es una de tus primeras relaciones sexuales cuando ya tienes cierta experiencia.
Hacer streaptease de forma tonta y poco sensual.
Creer que el chico que te llevó a la cama está en deuda contigo y te debe una relación fiel y amorosa.
Poner mala cara cuando él eyacula muy rápido. Trata que tu insatisfacción no sea tan obvia.
Ser demasiado inhibida en la cama.
Creer que la única zona erógena de los hombres es su pene.
Dar por hecho que el hombre tiene la obligación exclusiva de comprar anticonceptivos, especialmente, condones.
Usar ropa interior "matapasiones".
No estar depilada. No se trata sólo del área del bikini, las piernas y las axilas también cuentan.
Dar por hecho que por ser hombre siempre tiene ganas.
No decirle piropos o algo bonito.
Reprimirte en el sexo. Si has dejado de hacer algunas cosas por creer que son vulgares, hay que recordar que en la intimidad todo se vale.
Guiarlo mucho en el sexo. Está bien que le digas lo que te gusta y lo que quieres, pero no te pases de la raya. También hay que dejar que experimenten y que usen su iniciativa.
Planificar el sexo. Deja que tenga ese sabor de atrevimiento y sorpresa.
Seguir teniendo sexo sin ganas, lo cual se nota claramente después que terminaste, pero él no.
No innovar. Es bueno salpicar con cosas nuevas en la cama.
Quejarte mucho. Si te la pasas quejándote de las caricias, de las posiciones o de lo incómoda que estás, terminarás por matar el momento. Aprende a decir las cosas para que ellos sepan como quieres ser tratada en el sexo.
Poner tus manos cerca del cuello del hombre para apoyarte cuando estas encima de él. Lo puedes ahogar, mejor apóyate en la cama o en sus hombros.
Nunca tener la iniciativa de empezar el sexo.
Enojarte y reclamarle por no haber tenido una erección o no la pudo terminar.
Decirle lo que no te gustó del sexo después de haber terminado.
Criticar sus movimientos y sus maneras de expresar su excitación. Si te burlas, ríes o comentas de mala manera su forma de ser en la cama, estás perdida.
Creer que tiene el deber de darte besos y abrazos después del sexo.
No exageres tus gritos o emociones por darle gusto. Sé tu misma.