Eliminara el IETU y el ISR y dejar un IVA generalizado de entre 20 y 23 por ciento, permitirá eleval la recaudación fiscal y abatir el ambulantaje y la piratería: Fundación Sí Podemos, A.C.

Mérida, Yucatán, 3 de junio de 2011.- La Fundación Sí Podemos, A. C., organismo que agrupa a más de 300 empresarios del centro del país y que se ocupan en diferentes ramas de la actividad económica, realizan una campaña nacional para dar a conocer la propuesta que fue enviada al Congreso de la Unión y a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en el sentido de eliminar tanto el ISR y el IETU y proponer un solo impuesto generalizado, es decir un IVA que vaya entre un 20 y un 23 por ciento.

Con ello, se elevaría la recaudación fiscal, el PIB crecería a una tasa de 8 por ciento anual, se incrementaría la base gravable del país, las opciones de inversión y empleo en México serían una garantía para todos, además de que se abatiría el ambulantaje y la piratería, en gran medida, que son males económicos de México y del Estado de Yucatán.

La propuesta de los empresarios que fue presentada a las instancias legislativas y de la SHCP por la Fundación Sí Podemos A. C., incluye eliminar el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU), ya que en lugar de incrementar los ingresos fiscales gubernamentales en la realidad a mediano plazo ha limitado la recaudación y provocado la evasión de una manera importante.

Este impuesto, que defiende la Secretaría de Hacienda como un gravamen que reduce la evasión del Impuesto Sobre la Renta (ISR) e incrementa los ingresos fiscales, si desaparece permitirá al gobierno en pocos años incrementar hasta en un 50 por ciento la recaudación fiscal, siempre que también el ISR sea eliminado y sustituido por un solo impuesto al consumo, como el Impuesto Único a la Venta Final (IUVF) o el Impuesto al Valor Agregado (IVA).

En conferencia de prensa, el presidente de la Fundación Sí Podemos, A. C., Ing. Jacques Bardavid Nissim, quien es analista fiscal y escritor de los libros: México a un Paso de Ser Superpotencia Mundial ¿Podremos Darlo? y ¡Sí Podemos Jugar Mejor! habló ampliamente de las propuestas fiscales mismas que ya han tenido respuestas positivas y que de implementarse tendrán una repercusión será favorable para la sociedad en su conjunto, para los empresarios y para la base trabajadora en general.

El empresario realiza una gira de trabajo por el estado de Yucatán para reunirse con empresarios y políticos de la entidad, además de que fue invitado, para dar una Conferencia Magistral sobre las propuestas fiscales de la Fundación, por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Delegación Yucatán.

Explicó que en la Ley de Ingresos de la Federación para el 2011, el IETU está presupuestado para contribuir sólo con el 4.1 por ciento de la recaudación total de impuestos, pero su efecto desincentivador del desarrollo económico formal es mucho mayor.

Por ello, insistió en que el mecanismo ideal para recaudar más y al mismo tiempo alentar la formalidad así como el crecimiento acelerado de las empresas, del empleo y de la economía en general, es a través de un solo impuesto al consumo como el Impuesto al Valor Agregado (IVA) generalizado a una tasa de entre 20 y 23 por ciento.

Dicho esquema, precisó, ya sin la carga para la sociedad del ISR y el IETU, no sería inflacionario ni regresivo, además de que atraería inversiones productivas caudalosas de otros países y podría convertir a México en una verdadera potencia mundial con oportunidades abundantes de empleo y progreso económico para todos los mexicanos.

El propósito más importante que debe regir la estrategia fiscal de un país es el crecimiento económico y la generación de empleos, pues ello trae como consecuencia natural el incremento en la tributación.

El IETU es un impuesto que tiene precisamente el efecto contrario por varias razones:

Para crecer, dijo, una empresa o un emprendedor deben crear flujos positivos de dinero. Entre más grandes éstos mayor el potencial de crecimiento y de generación de empleos. Pero el IETU castiga con el 17.5 por ciento los flujos netos y castiga la buena administración que los genera.

El IETU también penaliza el ahorro necesario para reunir los fondos que permiten adquirir bienes de producción como maquinaria, pues el dinero que el contribuyente percibe y no gasta en el mismo mes, es gravado inmediatamente con este Impuesto. Lo más grave es que las inversiones productivas no realizadas por el desincentivo del IETU al ahorro, se convierten en plazas de trabajo directas e indirectas no creadas, lo cual contribuye al desempleo en el país.

Una economía sana requiere que el dinero circule, pero el IETU desalienta esa circulación económica cada fin de mes, pues cientos de miles de contribuyentes no desean cobrar lo que ya no pueden gastar en el mismo mes ya que sus proveedores, a su vez, no desean recibirlo.

El IETU se hace pasar como un impuesto relativamente benigno, ya que no es progresivo como el ISR, es decir, es a tasa fija. Pero a diferencia del Impuesto Sobre la Renta, que se toma en cuenta al calcular los impuestos sobre dividendos, el IETU pagado no se considera para tal efecto y en realidad se convierte en una doble e injusta tributación.

El Ing. Jacques Bardavid Nissim refirió que este impuesto, sumado al resto de nuestra compleja normatividad fiscal, desalienta la inversión, el emprendimiento y la economía formal.

Basta analizar el reporte del 2010 de ‘Doing Business', que emitió el Banco Mundial, comparando a 183 países en diversos aspectos relativos a la facilidad para hacer negocios. México ocupó el lugar 106 en cuanto a la sencillez para pagar impuestos, el lugar 138 en lo relativo a la carga impositiva sobre las utilidades de las actividades comerciales, y el lugar 167 en cuanto al tiempo requerido para cumplir con la normatividad fiscal.

Ante no es de extrañar nuestra dificultad para crecer económicamente y para alentar el emprendimiento en la formalidad.

La otra cara de la piratería de libros en México

Con respecto a la piratería en la Industria Editorial, explicó que el sector privado produce anualmente más de 120 millones de libros de acuerdo a datos de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM). Y al igual que la música, la ropa, los medicamentos, los perfumes y el software, los libros piratas son negocio para los mercaderes de lo ilícito.

La CANIEM no establece cifras para la reproducción ilegal impresa, pero estimados independientes la sitúan en aproximadamente el 10 por ciento del mercado, es decir una venta de alrededor de mil 300 millones de pesos, que en el mercado lícito producirían regalías para sus autores de alrededor de 117 millones. La afectación es también para la industria editorial del Estado de Yucatán.

Además existe el fotocopiado ilegal, especialmente de libros de texto, que el Centro Mexicano de Protección y Fomento de los Derechos de Autor (CeMPro) estima que reduce las ventas lícitas de libros al menudeo en seis mil millones de pesos, y las regalías de sus autores en 500 millones de pesos.

La reproducción electrónica ilegal de libros va en aumento a gran velocidad, en perjuicio de la industria editorial en general. Su crecimiento es paralelo al comercio electrónico legal, que se ilustra con el siguiente dato contundente: Amazon.com, la librería por Internet más grande del mundo, hoy vende 3 libros electrónicos por cada libro impreso.

Al igual que con las drogas y el tráfico de todo lo ilícito, las medidas de combate poco efecto tienen en la realidad. La percepción de la mayoría de la gente es que el narcotráfico y el comercio ilegal no disminuyen y en algunos sectores aumentan. Y así sucede con la piratería editorial, a pesar de los esfuerzos que llevan a cabo el Instituto Nacional de Derechos de Autor (INDA), el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y la Procuraduría General de la República (PGR).

Aparentemente la represión no tiene efecto sobre las redes clandestinas de producción y distribución de copias apócrifas.

¿Porqué? Se pregunto el presidente de la Fundación Sí Podemos, Ing. Jacques Bardavid Nissim.

A lo que dijo: como lo expresa Moisés Naím en su brillante libro Illicit (Anchor Books, 2005), quienes controlan el tráfico ilegal son competentes, móviles, y no se especializan en un producto específico, pudiendo cambiar de giro con extrema facilidad. No reconocen naciones ni fronteras. Y sus estructuras son modernas, de tipo horizontal, celulares. Por todo ello, es muy difícil su detección y desmantelamiento, especialmente por quienes tienen esa misión, los gobiernos y sus dependencias de seguridad, cuyas estructuras son del siglo XIX y XX: verticales, centralizadas, lentas, especializadas, poco móviles, circunscritas a sus territorios nacionales, y frecuentemente incompetentes y corruptas.

"El tráfico ilegal", de acuerdo a Naím, "es movido por las altas utilidades y no por los bajos valores morales", y mientras haya demanda de dichos productos, como es el caso de libros baratos o productos prohibidos, existirá ese potencial de altas utilidades y existirá el comercio ilícito.

¿Qué hacer?

La solución requiere de al menos tres líneas de acción:

La primera es impulsar el crecimiento económico de México, para que se multipliquen las oportunidades de trabajo y la prosperidad de la sociedad en general, de tal forma que la gente no se vea tentada a comprar productos piratas. La forma de hacerlo es removiendo la barrera más grande al desarrollo económico, que es nuestra compleja y onerosa legislación fiscal: cancelando el IETU, reduciendo dramáticamente el ISR o eliminándolo, y recaudando principalmente a través de impuestos al consumo como el IVA generalizado.

La segunda es rescatar e impulsar la educación en aspectos morales y éticos, que se ha perdido en nuestra cultura, lo que ayudaría a crear una sociedad más responsable y menos propensa a consumir lo ilícito.

La tercera es promover y alentar la innovación, encontrando nuevas formas de hacer negocio. Como sucedió en la industria de la música, atribulada por la piratería, con la genialidad de iTunes, de la empresa Apple. Mientras la industria en general se concentraba en combatir la piratería, Steve Jobs, la cabeza de Apple, encontró la manera de vender por Internet, de forma muy económica, piezas individuales en vez de discos completos. Hoy Apple es el distribuidor de música más grande del planeta. Otro buen ejemplo son algunos artistas que inteligentemente, en vez de antagonizar con el tráfico ilegal de su música, lo acogen como una forma gratuita de hacerse publicidad y ampliar su público, y han cambiado su fuente de ingresos principal a los conciertos.

¿Podría detonar la piratería de libros en México una gran reforma fiscal, una maravillosa cruzada educativa o ideas innovadoras que ayuden a que los mexicanos podamos gozar de mayor prosperidad?

Me atrevo a pensar que sí, concluyó en su conferencia de prensa el presidente de la Fundación Sí Podemos, A. C., Ing. Jacques Bardavid Nissim. Boletín de la Fundación Sí Podemos, A.C.