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Si es hombre, tiene 60 años o más y sorpresivamente experimenta debilidad de medio cuerpo, pérdida completa de la función de medio cuerpo, alteración en el lenguaje por no poder hablar, entender o ambas cosas y dolor de cabeza, es una embolia y debe acudir inmediatamente a un hospital, señaló el Dr. René Jesús Rodríguez Kú, neurólogo del Hospital "Ignacio García Téllez" del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Destacó que las primeras cuatro horas y medias, desde que se produce la embolia o infarto cerebral, son vitales para evitar la pérdida definitiva de habilidades del paciente o la muerte.
Manifestó que aproximadamente 30% de las personas que sufren por primera vez un infarto cerebral fallecen y que, aunque algunos sobrevivientes del primer infarto pueden recuperar parte de sus habilidades con terapia, muchos quedan discapacitados de por vida.
—El problema es que, como el infarto cerebral no duele como el infarto al corazón, suele restársele importancia. Los parientes del afectado pueden decir: "lo llevo mañana". Pero esta tardanza puede dañar gravemente a la persona que sufre la embolia.
Admitió que desafortunadamente los médicos no dan la rápida atención que se requiere en estos casos, ya que por lo general dejan al paciente con suero, postergan los estudios y lo vigilan en cada cambio de turno.
—Las primeras cuatro horas y medias después de una embolia son vitales porque si una arteria se tapa, el coágulo puede crecer y afectar a las demás.
Dr. René Jesús Rodríguez Ku, neurógolo del Hospital "Ignacio García Téllez" del IMSS.
Precisó que la isquemia o falta de circulación, causante de una embolia, al momento del infarto no mata al paciente, sólo lo ataranta. Pero si no se le atiende a tiempo, la isquemia va a hacer que se muera en las siguientes horas.
Aseguró que, con la rápida atención médica, se puede evitar el aumento del coágulo que tapa la arteria, mejorar la condición general del paciente que puede tener convulsiones, dolores de cabeza y/o aumento de la presión.
En amable entrevista con Artículo 7, manifestó que con cada infarto se pierden alrededor de 1,800,000 neuronas.
Insistió en lo frustrante que es tener el tratamiento adecuado para esta Enfermedad Vascular Cerebral y no poder aplicarlo porque el paciente no llega al hospital en las primeras cuatro horas y media o porque los médicos no lo atienden rápida y debidamente.
Dio a conocer que la embolia es el padecimiento neurológico y la causa más frecuente de invalidez a largo plazo.
Como ejemplo citó que, de cien personas que sufrieron embolia, la mitad no puede volver a trabajar, a escribir, a hablar porque sus secuelas son discapacitantes.
—Al principio, a lo mejor se recuperan con terapia de lenguaje y otros factores estimulantes, pero a los tres meses 30% de estas personas experimenta demencia, ya sea por factores de riesgo, por el puro infarto o porque se vino a sumar a otros infartos.
La demencia trae consigo trastorno del sueño, actividades paranoides y alucinaciones que pueden controlarse pero no curarse.
Destacó que, de 25 a 30% de las personas que sufren un primer infarto cerebral, muere. Sin embargo, de 15 a 25% de esos sobrevivientes, mueren al año siguiente de la embolia por complicaciones: escaras, neumonía o infección de orina.
Agregó que, 60% de los sobrevivientes del primer infarto y del primer año de éste, muere a los cinco años de la embolia.
Precisó que la enfermedad cerebro vascular, mal llamada durante muchos años accidente cerebro vascular, es cualquier alteración del cerebro que resulte secundaria a una enfermedad de los vasos sanguíneos cerebrales, ya sea porque éstos se tapen —embolia— o porque se rompan —derrame cerebral. Varias enfermedades pueden causar esta alteración, como la arterioesclerosis, arteriotrombosis, aneurismas, hipertensión arterial y amiloidosis.
El Dr. Rodríguez Kú aclaró que, aunque la enfermedad cerebro vascular afecta más al hombre, también se manifiesta en mujeres de 45 años debido a infartos migrañosos, enfermedades autoinmunes como el lupus y las vasculitis o el uso de anticonceptivos.
—Si fumas, eres migrañosa, tienes lupus y además usas anticonceptivos, pues tienes varios parámetros para tener una embolia o un derrame cerebral.
Mencionó que las mujeres de ochenta años y más también tienen propensión a sufrir embolias o derrames pero porque viven más que los hombres.
Señaló que las enfermedades cerebro vasculares se pueden evitar con prevención primaria —que se da antes de padecer algún infarto cerebral— disminuyendo el azúcar, el colesterol, triglicéridos, la presión arterial, aumentar el ejercicio físico, cambiar la dieta, disminuir el perímetro abdominal. La clave es controlar la presión arterial porque eso cambia el pronóstico.
Agregó que los sobrevivientes de un primer infarto cerebral también pueden cuidarse para evitar un segundo. A eso se le llama prevención secundaria.
—Lo que no se puede cambiar son los factores de riesgo no modificables, como la edad, el género masculino, la herencia y la raza; pero lo que sí se puede controlar y cambiar son las cardiopatías, el tabaquismo, la diabetes, el colesterol, los triglicéridos, el sedentarismo, la migraña y la arteroesclerosis.
El especialista destacó que es importante tanto para pacientes como para médicos prevenir enfermedades cerebro vasculares. Del cuarto lugar como causa de mortalidad que éstas tenían en México en 2005, ahora ocupan el tercer lugar con 30 mil casos al año. A nivel mundial, las enfermedades cerebro vasculares ya son la segunda causa de muerte.
—Y el pronóstico es que siga subiendo de rango si no hacemos nada.
Finalmente, dijo que lo importante no es saber a ciencia cierta qué es una enfermedad cerebro vascular como la embolia o el derrame cerebral, sino saber identificar los síntomas para acudir inmediatamente a un hospital, ya que eso puede salvarle la vida. L.I.