1060 palabras
NACIONES UNIDAS, 21 de agosto.- El Consejo de Seguridad de la ONU convocó para hoy una reunión urgente para abordar la situación en Siria después de las denuncias de un nuevo ataque con armas químicas cerca de Damasco.
La reunión tuvo lugar a petición de cinco de los 15 miembros del Consejo, Francia, Reino Unido, Luxemburgo, Corea del Sur y Estados Unidos, según confirmaron fuentes diplomáticas.
"Los médicos presentes en la zona bombardeada de Guta creen que se podría tratar de gas sarín, por la forma en la que mujeres y niños murieron en sus casas".
"No pedimos esta ayuda: la exigimos porque es nuestro derecho y su deber", acusa la Oposición. "No nos mata sólo el régimen: nos mata Naciones Unidas, con su pasividad; nos mata Estados Unidos, por no apoyarnos; también nos matan los países árabes, que deberían apoyarnos: nos matan nuestros amigos".
Por su parte, el secretario general, Ban Ki-moon, dijo estar "conmocionado" por esta nueva denuncia y anunció que la misión de expertos que se encuentra en Siria para investigar otros presuntos ataques, negocia con las autoridades para estudiar este último incidente.
Una de las opciones que se estudia en este momento es que el equipo liderado por el profesor sueco Ake Sellström, que llegó a Siria el pasado sábado con un mandato inicial de 14 días, investigue también este nuevo incidente.
El régimen de Damasco y Naciones Unidas continúan discutiendo "en paralelo" otras posibles denuncias de uso de armas químicas tal como acordaron en julio ambas partes, detalló hoy ante la prensa un portavoz de la ONU, Eduardo del Buey.
El secretario general, añadió el portavoz, reafirmó nuevamente su determinación para que se investiguen todas las denuncias y reiteró que de confirmarse el uso de armas químicas sería una violación de las leyes internacionales.
La opositora Coalición Nacional Siria (CNFROS) denunció que al menos mil 300 personas murieron hoy en un supuesto ataque con armas químicas en la zona de Guta Oriental, en los alrededores de Damasco, acusaciones que fueron negadas por las autoridades sirias de manera inmediata.
Los rebeldes criticaron la pasividad internacional ante el presunto ataque químico, según dijo en Estambul el portavoz de la CNFROS, George Sabra, una actitud que interpretan como un respaldo al régimen de Bashar al-Assad.
Por su parte, el régimen sirio confirmó que lanzó hoy una gran ofensiva sobre los barrios de la periferia de Damasco controlados por los rebeldes, pero desmintió que haya utilizado armas químicas, como ha denunciado la oposición.
Tanto el régimen de Damasco como los insurgentes se han acusado recíprocamente de emplear este tipo de armas en Siria, uno de los siete países que no ha firmado la Convención sobre Armas Químicas de 1997.
Desde que se inició la guerra civil en Siria, en marzo del 2011, han muerto más de 100 mil personas y casi 7 millones necesitan ayuda humanitaria de emergencia, según las últimas cifras de Naciones Unidas.
Un total de mil 300 personas murieron hoy en un ataque con armas químicas en varios distritos de la periferia de Damasco, denunció la Coalición Nacional Siria (CNFROS), que solicitó una intervención urgente de la comunidad internacional contra el régimen de Bashar al-Assad.
George Sabra, portavoz de la CNFROS, subrayó durante una rueda de prensa celebrada hoy en Estambul el carácter indiscriminado de los ataques y el empleo de armas químicas, extremo negado por Damasco.
"Los médicos presentes en la zona bombardeada de Guta creen que se podría tratar de gas sarín, por la forma en la que mujeres y niños murieron en sus casas", declaró Badr Yamus, secretario general de la Coalición, tras la rueda de prensa.
"No es la primera vez que ocurre un crimen de este tipo, y la comunidad internacional nunca hace nada. Pedimos que la comisión de Naciones Unidas, que se halla en Damasco, a apenas 10 kilómetros del lugar de los hechos, acuda a investigarlo, pero dicen que no pueden salir del hotel sin permiso del régimen", añadió Yamus.
George Sabra pidió que la comunidad internacional convoque de forma urgente una conferencia para decidir acciones contra el régimen de Bashar al-Assad, basándose en el capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas.
Entre las medidas a adoptar citó la imposición de una zona de exclusión aérea y una amplia intervención humanitaria para ayudar a la población civil.
Además, exigió, la comunidad internacional debe urgentemente entregar armas al Ejército Libre de Siria (ELS), el frente rebelde que lucha contra Asad, armas que equivalgan en potencia y cantidad a las empleadas por el régimen, para poder hacerle frente, detalló Sabra.
"No pedimos esta ayuda: la exigimos porque es nuestro derecho y vuestro deber", remachó el portavoz de la CNFROS, tras denunciar la pasividad de la comunidad internacional.
"Mientras que Rusia sigue vendiendo armas de forma secreta o abierta a Siria, Irán le envía ayuda militar e Hezboláh sus milicias, los países que se llaman libres, nos han traicionado", clamó Sabra.
"No nos mata sólo el régimen: nos mata Naciones Unidas, con su pasividad, nos mata Estados Unidos, por no apoyarnos, también nos matan los países árabes, que deberían apoyarnos: nos matan nuestros amigos", afirmó. (Agencias)