967 palabras
Columna de Ignacio Beteta V. (Semanario Sin Límites 6-12 / Abril / 2013)
No obstante que China se encuentra al otro lado del mundo, México no puede aislarse de los efectos que este país tiene en todas la economías. Su población es 10 veces mayor que la de México, con 1350 millones de habitantes, su economía es la segunda más grande del mundo, aproximadamente seis veces mayor que la mexicana, registra los mayores crecimientos en la economía mundial de entre 8 y 10% en los últimos años y se ha convertido, por la política industrial sui géneris en el centro industrial del mundo, donde el ingreso per cápita ha crecido sustancialmente llegando a ser casi la mitad del PIB per cápita de México. A continuación, se presentan las cifras que ilustran la relación de México con ese país y medidas que pueden implementarse para convivir con un Dragón Industrial.
La balanza comercial de México con China comienza a ser altamente deficitaria a partir del año 2002, con un déficit comercial que empieza a siendo de más de 1000 millones de dólares para llegar a 12.7 mil millones de dólares en 2012. El crecimiento de estas importaciones es resultado de los bajos precios de los productos chinos y de la paulatina reducción de los aranceles en México. Cabe señalar que la política industrial de China considera el apoyo con subsidios a los productos de ese país, un clima laboral sin conflictos y todas las facilidades para producir. Son conocidas las anécdotas de industriales mexicanos que comentan, como en el caso de un aparato de aire acondicionado, que el costo de los componentes antes de ensamblar el aparato final es mayor al precio de un producto chino semejante puesto en nuestro país. Esta situación se vuelve aun más dramática en las prácticas comerciales desleales como es el dumping.
Sin embargo, México no puede aislarse del comercio con China. La mitad de las importaciones que realiza México de ese país se concentran en aparatos telefónicos y celulares (14%), aparatos eléctricos y computadoras (26%) y televisores (9%).
La competencia de productos chinos en áreas como la textil y el calzado han afectado a la industria mexicana, la cual se ha tenido que reconvertir. Algunas han desaparecido y otras han logrado ser exitosas colocando sus productos en nichos de mercado con mayor valor agregado.
Por otra parte, la mitad de las exportaciones de México hacia China se concentran en tres productos: petróleo (22%), cobre (17%) y automóviles (14%). La penetración de otras exportaciones mexicanas en China es muy limitada. Sin embargo, ha sido exitosa la inversión de Maseca en la producción de tortilla y de Bimbo en la fabricación y venta de pan para el mercado popular; además, existen inversiones de empresas mexicanas en otras áreas, como el desarrollo de Software y de metalmecánica.
La siguiente grafica presenta una visión más amplia de la integración global del comercio México-China. Se aprecia que México pierde penetración en el mercado norteamericano frente a China a partir del año 2012, pero que a partir de los últimos cinco años la diferencia se mantiene con cierta estabilidad. Dada la elevada importación de productos chinos por parte México, se valida que nuestro país requiere de insumos chinos, principalmente de componentes electrónicos para integrarlos a una gran parte de los productos finales de esta misma rama, para a su vez exportarlos a Estados Unidos.
En síntesis, la relación comercial con China ha perjudicado a muchas ramas industriales, ha beneficiado a consumidores que han adquirido productos a bajos precios, aunque a veces de dudosa calidad, y han permitido a otros fabricantes ser competitivos al adquirir insumos baratos.
Con base en lo anterior, las empresas mexicanas deberán adoptar estrategias que les permitan convivir con el Dragón Chino, tales como:
•Prevenir y protegerse legal y comercialmente ante la intromisión de productos chinos con subsidios o con prácticas de dumping.
•Considerar a China como una fuente de adquisición de componentes que favorezcan la competitividad de sus productos.
•Visualizar el mercado potencial en China en las ramas automotriz, alimentos, bebidas y productos mineros.
•Evaluar el potencial del mercado petrolero en China, sobre todo ante la expectativa de autosuficiencia de este energético en Estados Unidos, que actualmente es el comprador más importante de petróleo mexicano.
•Formar alianzas estratégicas en el área de manufactura en las ramas automotriz, productos eléctricos y electrónicos.
No cabe duda de la importancia que tiene para el país la diversificación de mercados, por lo que debe reconocerse el esfuerzo del presidente Peña Nieto en la relación con China, así como la importancia de insistir en el gasto y la calidad en la educación, tecnología e infraestructura.
Mayor información en: