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Hay una larga lista. prácticamente todo puede generar una fobia: animales, altura, lugares, comida, incluso el no tener a la mano el teléfono celular, pero es cuando este miedo se vuelve irracional que realmente podemos hablar de una fobia, advirtió el Dr. Felipe Alonzo Vázquez, titular de Prestaciones Médicas del Hospital Regional "Ignacio García Téllez" del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Aclaró que contrario a lo que muchos piensan las fobias no son trastornos de ansiedad, sino que en realidad son situaciones emocionales. Aunque hay algunos casos que sí pueden ser ocasionados por un trastorno de ansiedad, como la agorafobia, miedo a lugares donde no se puede recibir ayuda por temor, a sufrir una crisis de pánico.
Una fobia, es una situación que incluso puede ocasionar que un paciente deje de realizar sus actividades diarias por el temor de exponerse a una situación que considera que no puede manejar. Hay momentos en que el paciente evita poder salir porque tiene temor de que esto suceda y prefiere permanecer en un espacio que para él es seguro y por lo general, también quiere estar acompañado.
Explicó que desde el punto de vista médico, se intenta buscarle una explicación neurobioquímica a las fobias para descartar trastornos de ansiedad, ya que estos también se han relacionado con mucha frecuencia con desórdenes neurobioquímicos, en los cuales están implicados algunos neurotransmisores, sobre todo, la famosa serotonina, que es un factor de muchas enfermedades, como la depresión, trastornos alimenticios; como la bulimia y la anorexia; trastornos de impulsos, como la ludopatía, los pirómanos, etc. El desorden neurobioquímico de la serotonina puede causar una serie de enfermedades.
Aunque no precisó cuáles son las principales fobias que se ven en el IMSS, el Dr. Alonzo Vázquez dijo que hay una lista impresionante de ellas, como la ablutofobia, miedo de lavarse o bañarse; la acarofobia, a los ácaros; la acerbofobia, a la acidez; la aclaufobia, a la obscuridad; la acrofobia, miedo a las alturas; y la más reciente, la nomobofobia, que es el temor de estar sin teléfono.
Añadió que no hay cifras nacionales, pero se estima que entre 3.5% y 6% de la población mundial puede padecer algún tipo de fobia.
Destacó que es posible detectar la aparición de fobias desde edades tempranas, como los 4 o 5 años. En esa etapa, las más comunes suelen ser el temor a los animales, insectos o a situaciones. También se puede dar al inicio de la juventud.
Indicó que algunas veces de esas fobias pueden desaparecer espontáneamente al paso de los años sin ayuda o tratamiento médico. En niños cuando hay tratamiento va disminuyendo esa sensación y pueden enfrentarse a sus temores, pero hay ocasiones en que las fobias acompañan al paciente hasta la vida adulta.
Señaló que es posible curar las fobias cuando todo se presta para un buen tratamiento y sobre todo si el paciente lo permite., ya que muchas veces la persona no permite la ayuda. A veces está “a gusto” con su fobia porque ya hizo todos los arreglos para vivir con su fobia y hay mucha resistencia para aceptar ayuda.
Finalmente, dio a conocer que todo paciente requiere de una entrevista médica para poder valorar si el temor que le tiene a algo es realmente una fobia.
Una cosa es que algunas cosas te den cierta ansiedad, y otra cosa es que no puedes realizar las actividades diarias porque tienes un temor irracional, que te ocasiona taquicardia, sudoración excesiva, temblores, pánico y miedo, y un fuerte deseo de huir. Si ese es el caso, ya estamos hablando de fobia y lo mejor es acudir con experto para su tratamiento. L.I.