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JERUSALÉN, 4 de julio.- La Autoridad Nacional Palestina aceptó hoy miércoles exhumar el cadáver del ex presidente palestino Yaser Arafat tras nuevas afirmaciones de que fue envenenado con el elemento químico polonio-210 en 2004.
Un instituto suizo que examinó algunos de sus efectos personales proporcionados por su viuda Suha para un documental de Al Yazira encontró "sorprendentes" altos niveles de polonio-210, aunque los síntomas descritos en la autopsia de Arafat no se correspondían con el agente radiactivo.
La Autoridad Palestina dijo que aprobará la petición de Suha Arafat de sacar los restos de su marido del mausoleo de piedra caliza donde reposan en la ciudad cisjordana de Ramala para realizar una autopsia.
"La Autoridad, como siempre, está dispuesta a cooperar completamente y allanar el camino para una investigación sobre las verdaderas causas del martirio del fallecido presidente", dijo Nabil Abu Rdeineh, portavoz del sucesor de Arafat como presidente palestino, Mahmud Abas.
El portavoz no dio una fecha para esa decisión.
La decisión ha sido tomada después de que la cadena de televisión árabe Al Yazira resucitó el debate sobre las causas de la muerte del presidente palestino, Yaser Arafat, el 11 de noviembre del 2004. Envenenamiento, sida, cáncer, gripe letal, ataque de corazón o una enfermedad desconocida son algunos de los escenarios que siguen-y seguirán- acompañando el enigmático final en el Hospital militar francés de Percy del líder más importante y mediático de la causa palestina.
Según un amplio reportaje emitido ahora en la televisión por satélite catarí, Arafat podría haber sido envenenado con polonio 210, una sustancia radiactiva.
Hace nueve meses, la viuda y polémica Suha Arafat entregó a la cadena todas las pertenencias personales que había recibido del hospital francés, incluido su cepillo de dientes, el sombrero de invierno con el que fue trasladado en helicóptero desde Ramala y el característico pañuelo (Kefia) convertido en un órgano más de su cuerpo.
El análisis, efectuado por el Instituto de Radiofísica del Hospital Universitario de Lausana (Suiza), examinó los restos de sangre, sudor, saliva y orina en esas pertenencias encontrando "elevados e inexplicables niveles" de este material radiactivo, el mismo que fue utilizado hace seis años para envenenar al ex espía ruso Alexander Litvinenko en Londres.
Al Yazira especifica que los médicos del hospital francés se negaron a colaborar con el reportaje de investigación alegando que se trata de "secreto médico".
Omar Dakka, el doctor que trató a Arafat y que hoy vive en Túnez, también rechazó ser entrevistado. Según Al Yazira, sus conversaciones "off the record" hacen entender que "no es un problema médico, sino político".
"Los doctores egipcios que habían ido a Ramala a verle antes de ser trasladado a Francia me dijeron en su momento que podría haber sido envenenado", recuerda Suha Arafat. Asimismo, exigió al liderazgo de la Autoridad Nacional Palestina (ANP)- con el que mantiene un litigio relacionado también con la importante herencia de su difunto marido- una autopsia del cuerpo de Arafat, enterrado a los pies de la Mukata en Ramala.
Un recorrido por la emblemática sede gubernamental palestina no da muestras de lo sucedido hace exactamente diez años. Como respuesta a los atentados en Israel durante la Intifada, el Gobierno israelí ordenó el asedio de la Mukata, donde Arafat quedó recluido y aislado desde el 2002. Los tanques destrozaron gran parte del complejo presidencial y soldados permanecieron a muy pocos metros del cuarto del 'rais'.
Su salud se deterioró en 2004 (se había desmayado el 12 de octubre) y tras ser revisado por expertos egipcios y jordanos, un debilitado Arafat fue trasladado a Francia. A las tres de la mañana del 11 de noviembre, fallecía en el hospital. Tenía 75 años.
"Acosado por sus enemigos y traicionado por los suyos", insinúa la cadena de TV.
Por un lado, su eterno enemigo, Israel, y en especial el entonces primer ministro Ariel Sharon. Al Yazira reproduce las palabras de Sharon revelando su promesa a Estados Unidos de no matar a Arafat, al que consideraba "architerrorista" y "promotor de la Intifada".
Por otro, intrigas en el círculo de poder interno palestino. La cadena emite las duras acusaciones de Suha contra Abú Mazen y Abú Alá cuando viajan a París tras ser informados de la crítica situación. "¡Intentan enterrar a Arafat vivo!" denunció Suha.
Tras conocer el hallazgo de polonio 210, la viuda exige al sucesor de su marido, Abú Mazen, lo mismo que le recomienda el director del centro médico, Francois Bochud: "Para confirmar la tesis de una muerte por polonio habría que exhumar los restos de Arafat y analizarlos. Si quiere realmente saber lo que le pasó a su marido habrá que hallar una muestra (...) Exhumar a Arafat nos dará una muestra que debería tener una gran concentración de polonio si fue envenenado".
Ocho años después, la calle palestina aún especula sobre los motivos de su muerte. La investigación de Al Yazira, la cadena más vista en los territorios palestinos, multiplicará el misterio y encenderá más teorías basadas mayormente en acusar a Israel de la muerte de "Abú Amar".
Israel, que desde el primer momento rechazó las acusaciones, también se ha hecho eco de las conclusiones de la cadena catarí. "Quizá cuando Al Yazira consiga desvelar dónde han estado en los últimos ocho años los objetos de Arafat afectados por ese material hasta llegar a su análisis en Suiza se resolverá la incógnita de la historia radiactiva", se lee en el diario 'Yediot Ajaronot' que recoge con cautela el informe.
"Sharon siempre decía que Arafat es un obstáculo pero pensaba que acabar físicamente con él sería negativo para Israel", ha revelado el que fuera director de la Oficina del primer ministro israelí, Dov Weissglass.
Al Fatah, movimiento que fundó Arafat en los años 60, ha mostrado esta mañana su disposición a colaborar con todas las partes para esclarecer las causas de la muerte de su carismático líder. El caso Arafat sigue abierto. (EL MUNDO)