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El pollo a las hierbas es una receta que se creó en las mesas del dominó entre las tertulias amistosasa del compadrazgo yucateco. ¿Cómo cocinamos el pollo? Y entonces nació la idea de crear un sistema para darle al pollo un sabor particularmente diferente —delicioso— con la ayuda de una lata de cerveza vacía, finas hierbas, sal y pimienta, además del uso del jugo de manzana para darle oportunidad a que se dore la piel mientras se cocina lentamente en el horno. La consistencia que se busca es que la carne, además de quedar jugosa, queda muy suave y la piel crujiente.
El truco está entre la temperatura del horno que es muy baja, y el largo tiempo de cocción, en conjunto con la posición en que el pollo está paradito y asentado sobre la lata de cerveza que entra en su cavidad y lo sostiene en forma vertical.
En el mismo pyrex donde se cocina, se le ponen cebollas cambray, papas bebé y zanahoritas, a las que al final le agregamos chícharos congelados para quedar como el perfecto acompañamiento, aunado a un excelente arroz pilaf blanco con acentos de ajo.
Se calienta el horno a 125 grados centígrados. Luego se combinan las hierbas de olor con la pimienta y la paprika. A esto se le pone suficiente sal con el objeto de que la piel quede un tanto salada pero con el gusto de los otros ingredientes y se frota vigorosamente la piel del pollo con esta mezcla de sabores y olores. Entonces se pone la lata de cerveza al centro del pyrex y se asienta el pollo de manera que quede sentado y parado, para que los jugos resbalen. Entonces se ponen las verduras con la hoja de laurel alrededor del pollo pero que no quede muy achocado. La función de las verduras es darle un poco más de estabilidad a la posición del pollo. Se le echa el jugo de manzana y se mete al horno y se deja en el horno 3 horas o hasta que la piel esté bien dorada y crujiente. Se puede bañar la piel una vez que esté un poco dorada para evitar que se le laven los olores y la sal.
Para servir, se sacan las verduras y se ponen en una sartén, a la cual se le pone un poco de mantequilla azul y se fríen para que queden doradas y calientes. El pollo se regresa al horno para evitar que se enfríe, y el jugo que soltó el pollo lo vamos a convertir en salsa, con agregarle 2 cucharaditas de fecula de maíz disueltas en un poco de agua, para que espese. Se corrige el sazón con un poco de sal, si fuera necesario y estamos listos para servir.
El pollo se desmonta de la lata, se parte en las piezas, 2 piernas, 2 muslos, 2 pechugas cortadas por mitad y 2 alitas con un trozo de pechuga. Se sirve en una fuente bañándolo con la salsa y poniendo más salsa de lado. Se sirven los vegetales fritos en una fuente y se lleva a la mesa.
Para el arroz, en una sartén profunda se pone un poco de aceite de cocina común y se pone el ajo a cocinar. Cuando éste dore, pero que no esté quemado, se le echa el agua y se deja que suelte hervor. Se sazona a que quede rico, al gusto, con sal, y, posteriormente, se le echa el arroz y se mueve todo para que se distribuyan bien los granos del arroz. Se cocina a fuego fuerte hasta que quede 1 cm de agua por encima del arroz, entonces se baja la flama, se tapa y se deja cocinando exactamente 20 minutos. Entonces se apaga y se deja sobre la estufa sin destapar para permitir que se termine de hinchar el arroz con el vapor.
Al servir, se debe aligerar el arroz con un tenedor para evitar que se rompa. luego se pasa a un platón.
¡Buen Provecho!