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Washington (21 de junio).- Irán envió un “pequeño número” de agentes a Irak para ayudar al gobierno chiita del primer ministro Nuri al Maliki a hacer frente a los insurgentes sunitas, afirmó ayer el Pentágono.
“Hay algunos agentes revolucionarios iraníes en Irak, pero no he visto indicio de la presencia de tropas o unidades a gran escala”, dijo el portavoz del Ministerio de Defensa estadunidense, contralmirante John Kirby, en aparente referencia a la unidad encargada de las operaciones secretas en el seno de la Guardia Revolucionaria.
Washington había acusado en el pasado a esa unidad, la Fuerza al-Qods, de apoyar a los insurgentes chiitas iraquíes que se oponían a la presencia militar estadunidense. “Su injerencia en Irak no tiene nada de nuevo”, opinó.
El contralmirante Kirby se negó a caracterizar la presencia iraní en Irak, y se limitó a afirmar que Washington tenía “indicios de que hay al menos algunos agentes en Irak”.
“Pero no tengo información sobre fuerzas terrestres o unidades importantes”, agregó en referencia a un “pequeño número” de agentes.
EU había anunciado a principios de semana que estaba abierto a conversaciones directas con Irán respecto a la ofensiva de yihadistas sunitas que amenazan a su aliado iraquí, aunque excluyó cualquier tipo de cooperación militar con Teherán.
Washington, que anunció el envío de 300 asesores militares a Irak, pidió a Teherán que ayude, pero absteniéndose de atizar las tensiones entre sunitas y chiitas.
“Que expulsen a insurgentes”
El principal líder religioso chiita de Irak, Ali al Sistani, instó ayer a expulsar rápidamente a los insurgentes sunitas del país, donde Estados Unidos aumenta su presión sobre el primer ministro, Nuri al Maliki, para superar las divisiones confesionales.
El presidente estadunidense, Barack Obama, prometió el envío de consejeros militares para ayudar al ejército iraquí a hacer frente a la ofensiva lanzada el 9 de junio por los yihadistas sunitas del Ejército Islámico en Irak y el Levante (EIIL), si bien descartó por el momento ataques aéreos.
Del 22 al 27 de junio, el secretario de Estado estadunidense, John Kerry, viajará a la capital jordana, Ammán, y luego a Bruselas y París “para consultar con sus socios y aliados cómo apoyar la seguridad, estabilidad y formación de un gobierno inclusivo en Irak”, dijo ayer Jen Psaki, portavoz del Departamento de Estado.
En Ammán, Kerry se entrevistará con el ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Nasser Judeh, antes de viajar a Bruselas para un encuentro de ministros de Exteriores de los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En París, “el secretario se reunirá con socios regionales clave y aliados en el Golfo para los desafíos de seguridad en Oriente Medio, incluyendo Irak y Siria”, añadió Psaki.
Aunque algunas fuentes dijeron que Kerry podría viajar a Irak pronto, no ha habido ninguna confirmación oficial por parte del Departamento de Estado.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, ofreció a Al Maliki el “apoyo total” de Rusia en su lucha para liberar al país “de la república de los terroristas”, en referencia a los yihadistas.
En el terreno, los insurgentes consolidaron su control sobre amplias partes del territorio repartidas en cuatro provincias del norte y el este del país e intentaban trazar un camino hacia Bagdad, uno de sus objetivos.
Tras la desbandada de los primeros días, las fuerzas armadas buscan retomar la iniciativa. Sin embargo, los combates nocturnos en Al Qaim (oeste), en la frontera con Siria, dejaron 34 soldados iraquíes muertos.
Al menos 30 combatientes chiitas más murieron ayer en enfrentamientos con los insurgentes sunitas en la ciudad de Muqdadiyah.- (Excélsior)