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Artículo de Rachel Nuwer publicado en la revista Science (30-X-12)
La mazmorra está oscura como la noche -hasta que el amo del calabozo enciende una antorcha, lo que confirma sus peores temores. Un monstruo contemplativo (Beholder) se lanza contra usted, sus ojos se retuercen en tallos tentaculares. Mientras se prepara para empuñar la espada Vorpal, ¿dónde enfoca su mirada: a la cabeza del monstruo o en sus ojos-tentáculos? Tal dilema del juego de rol Calabozos y Dragones (Dungeons & Dragons) puede parecer insignificante, pero tiene dentro de sí la respuesta a una pregunta científica. De hecho, un equipo de padre e hijo ha utilizado imágenes de monstruos para demostrar que la mayoría de la gente mirará a los ojos de otra criatura sin importar en qué parte del cuerpo se encuentren.
Julian Levy y Tom Foulsham demostraron que los jugadores de Dungeons & Dragons tienden a enfocar los ojos de los monstruos. (Alan Kingstone)
"Los monstruos de Calabozos y Dragones tienen ojos por todas partes", dice Julian Levy, un estudiante de noveno grado en la Lord Byng Secondary School en Vancouver, Canadá. Hace dos años, el conocimiento de Levy del juego de rol lo llevó a una solución única para resolver una pregunta científica básica: ¿Las personas centran su mirada en los ojos de otra persona o en el centro de la cabeza, donde incidentalmente se encuentran los ojos?
"Estábamos cenando y mi papá estaba hablando de cómo, después de publicar un artículo sobre el seguimiento de la mirada, un crítico dijo que nunca podría demostrar si la gente está buscando en los ojos o en el centro de la cara", recuerda Levy. Así que se le ocurrió una idea, que ofrece a los personajes de Calabozos y Dragones como una solución experimental. Debido a que muchos personajes tienen los ojos ubicados en las manos, torso, u otras áreas del cuerpo, un investigador puede rastrear las miradas de los espectadores para ver en qué parte de los personajes se fijan primero.
Al padre de Levy, el científico cognitivo Alan Kingstone, de la Universidad de British Columbia, Vancouver, le encantó. Padre e hijo se pusieron a trabajar. Kingstone reclutó a estudiantes universitarios para el experimento y Levy investigó en la Web para encontrar los mejores ejemplos de monstruos de Calabozos y Dragones. Él seleccionó 36 fotos de humanos, humanoides (no humanos que aún tienen los ojos en medio de la cara) y monstruos (criaturas con ojos situados en otros lugares). Levy utilizó un equipo para rastrear el movimiento de los ojos llamado Eyelink 1000 para 22 estudiantes participantes, que vieron cada una de las fotos de los personajes durante 5 segundos.
Kingstone y el co-autor Tom Foulsham en la Universidad de Essex en Colchester, Reino Unido, analizaron los datos de seguimiento de los ojos, tal como se reportó en Biology Letters. Concluyeron que los participantes primero tendían a mirar en medio de la imagen, pero luego 'rastreaban' hasta fijarse en los ojos, independientemente de si estaban en la cabeza o en otra parte. "Este trabajo hace hincapié en que estas áreas del cerebro están realmente interesadas en buscar los ojos, no el centro de la cabeza", dice Kingstone. La preferencia del cerebro humano por los ojos puede haber evolucionado para comunicarse rápida, silenciosamente y transmitir información sencilla acerca de la edad de la persona, la salud y las emociones, propone como hipótesis.
"A primera vista, este tipo de reacciones puede parecer trivial: Está bien, así que somos un poco más propensos a mirar a la región de los ojos, gran cosa", dice Stephen Shepherd, un neurobiólogo de la Universidad Rockefeller de Nueva York, que no participó en la investigación. "Pero estos mecanismos son probablemente fundamentales para conductas como el contacto visual y seguir con la mirada, que los humanos y otros primates usan para amenazar a otros, coquetear, y para compartir experiencias y actitudes", dice.
Además de dar respuesta a preguntas de biología básica, los resultados del estudio pueden ser útiles para los niños con autismo, que a menudo tienen dificultades al hacer contacto visual con los demás. Su tratamiento incluye la capacitación que les enseña esa habilidad. Ahora, los investigadores podrían ser capaces de aplicar la nueva técnica de investigación como un primer paso para aclarar si los niños con autismo evitan los ojos o si sólo evaden mirar la cabeza.
Sin embargo, el estudio utilizó únicamente imágenes en dos dimensiones que no devuelven la mirada a quienes las observan, mientras que en el mundo real el contacto visual es "una danza mucho más sofisticada", señala Kingstone. "Debido a que hay tantas cosas más que hacer con los ojos en la vida real, esto no sería suficiente para enseñar un comportamiento natural de la mirada".
Aunque su papel se publica justo a tiempo para Halloween, Levy dice que decidió vestirse como un cazador de zombies en lugar de un monstruo de muchos ojos. "Sin embargo, creo que mi papá estaría dispuesto a vestirse como un monstruo de Calabozos y Dragones y asustar a los niños que vienen a la puerta", dice.
Pero Kingstone rápidamente lo corrige. "No, eso no es cierto -lo siento."