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NICOSIA, 26 de marzo. La primera gran manifestación contra la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional) desde el inicio de la crisis bancaria en Chipre la han protagonizado los estudiantes, que hoy recorrieron las calles de Nicosia exigiendo que no se hipoteque su futuro.
"Estamos aquí para demostrar que la juventud de Chipre tiene voz y quiere presentar resistencia a todas estas medidas. El futuro es nuestro, depende de nosotros y lucharemos por un futuro mejor", afirmaba Elisabet Xenodoju, de 18 años.
Tras una pancarta en inglés que rezaba "Vuestros errores, nuestro futuro", cientos de estudiantes, sobre todo de enseñanza secundaria -tanto pública como privada-, comenzaron a congregarse en torno a las 09.00 hora local tras un llamamiento en las redes sociales.
Pronto se convirtieron en una enorme y ruidosa manifestación de varios miles de personas que se dirigió primero al Parlamento y luego al Palacio Presidencial lanzando algunos petardos por el camino.
La multitud de estudiantes corea "¡Troika, fuera de Chipre!", "Despiértate, te beben la sangre" y "¡Muerte a Merkel!".
Chipriotas manifiestan su hostilidad al plan de rescate. (AP)
"La troika nos está quitando nuestro dinero. Todas las familias están perdiendo dinero", denunciaba Markos, de 17 años. Otros jóvenes portaban una pancarta en la que se leía "No hipotequéis nuestro futuro con la troika", y es que éste es el mayor miedo de muchas familias chipriotas: que el fin de la economía bancaria tal y como se ha conocido hasta ahora en Chipre y la requisa de parte de los depósitos superiores a 100 mil euros, provoque un empobrecimiento del país.
El presidente del mayor banco comercial chipriota ofreció su renuncia y miles de estudiantes protestaban en la capital mientras los bancos seguían cerrados para evitar una fuga de depósitos, luego de que la isla acordara un doloroso rescate para evitar la bancarrota.
Los bancos permanecerán cerrados hasta el jueves e incluso entonces se impondrán controles de capitales para impedir que los depositantes saquen todo el dinero.
"La Troika (Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI)) hace todo para que no tengamos futuro. No podremos encontrar un empleo en el futuro", dijo a los periodistas uno de los jóvenes de Nicosia. La juventud chipriota también muestra su preocupación ante la amenaza de despido bajo la que están sus padres actualmente.
Un testigo de Reuters estimó que hasta unos 3,000 estudiantes de secundaria protestaban fuera del parlamento, la primera expresión considerable de indignación popular después de que Chipre acordara el rescate de 10,000 millones de euros (13,000 millones de dólares) con la Unión Europea.
Los chipriotas se la traen contra la canciller de Alemania, Angela Merkel, pero no son los primeros en compararla con Hitler.
Si bien el acuerdo impidió el colapso inmediato de su sistema bancario, también podría cargar al país con años de austeridad.
El presidente del Banco de Chipre, Andreas Artemis, quien se halló en el centro de la turbulencia financiera que sacude a la isla mediterránea, ofreció la dimisión el martes, dijo una fuente del banco.
"Envió una carta de renuncia esta mañana que será examinada por la Junta de Directores que se reúne esta tarde", dijo la fuente bancaria, hablando bajo condición de anonimato.
Después de volver de unas tensas negociaciones en Bruselas, el presidente Nicos Anastasiades dijo el lunes por la noche que el rescate acordado durante la madrugada era "doloroso" pero esencial para evitar un colapso económico.
El repudio a Angela Merkel viene de tiempo atrás pero fue intensificado por las declaraciones ayer de la canciller, quien dijo que el acuerdo estaba bien para Chipre porque aseguraba que aquellos que contribuyeron a la crisis tendrán que pagar para resolverla.
Acordó cerrar el segundo mayor banco del país, el Banco Popular de Chipre, e infligir fuertes pérdidas sobre los grandes depositantes, muchos de ellos rusos, después de que el enorme sector financiero chipriota empezara a sufrir problemas por su exposición a la deuda de la vecina Grecia.
Los líderes europeos dijeron que se ha evitado una caótica bancarrota nacional que podría haber sacado a Chipre del euro y alterar la economía europea, aunque los inversores en otros bancos europeos están alarmados por el precedente de pérdidas para los depositantes en Chipre.
"El mayor miedo de muchas familias chipriotas es el fin de la economía bancaria tal y como se ha conocido hasta ahora en Chipre y la requisa de parte de los depósitos superiores a 100 mil euros provoque un empobrecimiento del país..
Pero muchos chipriotas dicen que no se sienten tranquilos con el rescate y se prevé que asedien los bancos tan pronto como reabran tras un cierre que comenzó hace más de una semana.
Revocando una decisión previa de comenzar a abrir algunos bancos el martes, el banco central dijo a última hora del lunes que no se abrirán hasta el jueves para asegurar el buen funcionamiento del sistema bancario.
A la señora Merkel le resbala que los chipriotas se queden sin dinero y sin comer. "El resultado alcanzado en Chipre es correcto y hace recaer la responsabilidad sobre los que han originado el problema. Así debe ser", argumentó ayer la Canciller teutona en un breve encuentro con medios en Langenfeld, donde visitó la Dorflinde Multi-Generation House y jugó con unos niños.
Se sabe poco sobre las restricciones a las transacciones bancarias que Anastasiades dijo que se impondrían, pero el presidente dijo a los chipriotas: "Les quiero asegurar que esta será una medida muy temporal que será relajada gradualmente".
El ministro de Finanzas Michael Sarris dijo que los controles de capitales para evitar grandes salidas de dinero probablemente duren "una cuestión de semanas".
Los controles de capital, que impiden que la gente saque sus fondos del país, entran en conflicto con los ideales de la Unión Europea de un mercado común, pero el Gobierno podría temer una oleada de pánico que causaría incluso más problemas a la economía.
El banco central ha impuesto un límite de 100 euros por día a los retiros de los cajeros automáticos de los dos mayores bancos.
Sin un acuerdo para el lunes a la noche, el sistema bancario de Chipre habría colapsado y el país podría haberse convertido en el primero en salir del bloque monetario debido a un desplome financiero.
Alemania y otros acreedores del norte parecen dispuestos a que enfrente ese destino Chipre, una nación que explica solo una fracción minúscula de la economía europea y cuyos bancos estaban sobreextendidos.
Los bancos en Chipre (en la foto de DPA, hoy en Nicosia) seguirán cerrados hasta el jueves, e incluso después estarán sujetos a controles de capital para impedir una fuga de los depósitos, después del rescate de la Unión Europea que, según el presidente del país, es lo mejor para defender los intereses de su pueblo. Hoy mismo renunció el presidente del Consejo del Banco de Chipre, Andreas Artemi.
El plan implica la descomposición del Banco Popular de Chipre, conocido como Laiki y principalmente en manos estatales, y pasará los depósitos inferiores a los 100,000 euros al Banco de Chipre, para crear un "banco bueno", dejando los problemas en el "banco malo".
Los depósitos mayores a 100,000 euros en ambos bancos, que bajo la ley de la UE no están asegurados, serán congelados y utilizados para resolver deudas del Laiki y recapitalizar al Banco de Chipre con una conversión de depósitos a acciones.
Antecedente
El presidente chipriota Nikos Anastasiadis, ayer en Bruselas. El Mandatario declaró: "El rescate a Chipre es difícil y doloroso, pero necesario".
La medida sobre los depositantes no asegurados de Laiki recaudaría unos 4.200 millones de euros, dijo el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijssebloem.
La UE y el Fondo Monetario Internacional habían pedido a Chipre que recaudara 5.800 millones de euros como contribución al salvamento.
El Laiki será efectivamente cerrado, generando la pérdida de miles de puestos de trabajo.
Unos comentarios de Dijsselbloem sobre la necesidad de que los prestamistas a los bancos acepten los riesgos potenciales de su quiebra golpearon a los mercados de la zona euro, elevando el costo de asegurar las tenencias de bonos emitidos por otros bancos, notablemente en Italia y España. (Reuters)