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En la era de internet, cualquier novedad puede llegar hasta el último rincón del planeta en cuestión de minutos. Eso fue justamente lo que pasó con la petición de Lair Scott, un internauta de Illinois, en el portal change.org. Scott pedía a los directores de Plaza Sésamo que dieran un paso adelante en el reconocimiento de los derechos de los homosexuales y organizaran la boda de dos de sus personajes más icónicos: Beto y Enrique.
Casi 7,000 firmantes apoyaron la petición, en que la podía leerse que "este gesto puede salvar muchas vidas". La proyectada boda gay llegó tan lejos que los responsables del show se vieron obligados a emitir un comunicado en el que declaran: "Beto y Enrique son grandes amigos. Fueron creados para enseñar a los niños de preescolar que se puede ser amigo de personas que son completamente distintas a nosotros. Aunque se les identifique como personajes masculinos y posean distintas cualidades humanas, no dejan de ser muñecos y no poseen ninguna orientación sexual".
Lo de Beto y Enrique viene de lejos y por Internet circulan miles de montajes e interpretaciones de todo tipo sobre la relación que les une, pero hasta ahora Plaza Sésamo había optado por el silencio, conscientes de que es bueno que hablen de ti, aunque sea por motivos tan rústicos como la sexualidad de uno de tus muñecos.
Sin embargo, ante la gigantesca repercusión mediática que recibió el tema, han preferido dar carpetazo al asunto sin más dilación.
Entre la prensa estadounidense los hay que han optado por la broma, como el Huffington Post; la indignación, como el New York Daily News (que tildaba de poco menos que chiflados a los firmantes de la iniciativa); y la simple información. Probablemente lo mejor del caso han sido las reacciones de los fans, que se han dedicado a abundar sobre la noticia en infinidad de foros y páginas web.