Lunes 25 de febrero.- De la misma forma que los seres humanos nos quedamos enganchados a un crucigrama o a un sudoku, los chimpancés tienen la misma sensación de logro y bienestar al completar un rompecabezas difícil. Así lo afirma un equipo de investigadores de la Sociedad Zoológica de Londres (ZSL), que ha publicado los resultados de un curioso experimento en la revista American Journal of Primatology.

Los científicos crearon un desafío para seis chimpancés del zoológico Whipsnade de la ZSL utilizando tubos y cañerías de una tienda de bricolaje. El desafío consistía en mover los dados rojos a través de una red de tuberías hasta que cayeran en una cámara de salida. Los chimpancés solo podían conseguirlo introduciendo palos en los agujeros de los tubos para cambiar la dirección de los dados. La misma tarea se llevó a cabo con nueces de Brasil, pero la cámara de salida era eliminada de manera que las nueces cayeran como un sabroso manjar para los chimpancés.

El chimpancé Phil juega el puzzle. (Zoological Society of London)

«Nos dimos cuenta de que los chimpancés estaban dispuestos a completar el rompecabezas, independientemente de si recibían o no un premio de comida. Esto sugiere fuertemente que obtienen las mismas sensaciones de satisfacción, recompensa y bienestar que los humanos cuando resuelven juegos mentales», afirma Fay Clark, investigador del ZSL.

El grupo adulto de la familia de chimpancés del zoo de Whipsnade consta de dos hembras y cuatro varones, tres de los cuales son medios hermanos: «Phil», «Grant» y «Elvis». Este estudio les permitió resolver un problema cognitivo nuevo dentro de su grupo social. Además, los chimpancés no fueron capacitados sobre cómo utilizar el dispositivo.

Un juego voluntario

«Para los chimpancés en estado salvaje, esta tarea es similar a la búsqueda de miel o insectos dentro del tronco de un árbol o un termitero, con la dificultad añadida de que los dados no se adhieren a la herramienta», agrega Fay.

El reto se hizo más complejo mediante la conexión de muchos tubos juntos, y el nivel aumentó aún más por la producción de tubos opacos; así los chimpancés solo podían ver los dados o tuercas a través de orificios pequeños.

Los chimpancés participaron en el desafío cognitivo como parte de su rutina diaria normal, de forma completamente voluntaria. Este estudio sugiere que al igual que los humanos, los chimpancés están motivados para resolver un rompecabezas cuando no hay recompensa alimenticia. Lo hacen por el beneficio del propio reto. (ABC)