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Ciudad de México, México, marzo 6 de 2017
Tras el llamado “gasolinazo” de enero, la población ha sobrellevado económicamente un inicio de año complicado, evidenciado en percepción de mayor inflación y la consecuente menor capacidad de compra. Se ha recurrido sobre todo a gastar menos y a emplear ahorros para afrontar este inicio de 2017. Aunque ya no está tan extendido, persiste significativo enojo con el alza al precio de la gasolina, según se observa en las más recientes encuestas telefónicas nacionales realizadas por BGC-Excélsior, sobre el tema económico.
Al empezar marzo predomina la impresión de mayor inflación de lo usual. La mayoría coincide con la creencia de que los precios de los productos básicos han aumentado más que nunca (66%). La percepción de menor poder adquisitivo se ha extendido. 85% la compartía en enero, su nivel más alto de los últimos años, aunque ha empezado a disminuir al situarse en 80% en febrero, todavía más 5 puntos más alta que en diciembre pasado.
Como resultado, en enero la mitad de la población expresaba que la situación de la economía la hacía sentir nada feliz. En febrero este grado de malestar retrocede a 39%. En cualquier caso, más de tres cuartas partes ven con pesimismo las condiciones económicas (poco/nada feliz, 81%).
Aunque en febrero se atemperaron las percepciones económicas generales negativas, la población siguió percibiendo alzas de precios en los productos que consume regularmente (95%). Los principales incrementos mencionados son los observados en alimentos y bebidas, gasolina y gas. De hecho, la mayoría dice haber pagado más que en enero por los energéticos, ya sea por la gasolina, el gas o la luz, así como por el transporte. Con todo, pese a la impresión de mayor inflación, hay opiniones divididas sobre lo ocurrido con el precio de algunos bienes y servicios básicos, como por ejemplo, el agua o la renta, y predomina la percepción de estabilidad de tarifas para los servicios telefónicos de línea fija o celular.
Para sobrellevar los gastos en febrero, la población recurrió principalmente a gastar menos de lo usual (75%), utilizar dinero de sus ahorros (55%) y a retrasar pagos que deberían de haberse hecho en ese mes (49%). Algo menos de la mitad menciona haber trabajado horas extras o haberse empleado en un trabajo adicional. En cambio, pocos se vieron obligados a endeudarse, a vender alguna pertenencia o a empeñar joyas o aparatos.
El alza del precio de la gasolina, principal factor citado como causante de los incrementos de precios observados en este inicio de año (42%), ya no causa tanta inconformidad como hace dos meses. Aun así, 58% manifiesta mucho enojo, 12 puntos menos que enero pasado. Más del 70% sigue afirmando que el aumento en el precio de ese combustible le afectó seriamente (muchísimo/ bastante, 73%).