Ciudad de México, México, marzo 7 de 2017

El indicador de la confianza del consumidor se ubicó 32.7 puntos en febrero, con lo cual aumentó 3.7 puntos respecto a enero y salió del nivel míni­mo histórico al que llegó en el primer mes del año, informó el Instituto Nacional de Esta­dística y Geografía (Inegi).

os cinco componentes de la confianza presentaron un incremento a nivel men­sual, en el que destacaron las perspectivas sobre el país y sobre los hogares, con 3.9 y 3.8 puntos mensuales, respectivamente.

Pese a esta recuperación, en el comparativo anual, la confianza del consumidor en febrero se ubicó 5.3 puntos por debajo del nivel de hace un año, con caídas en sus cin­co subindicadores.

Expertos opinan que la ligera recuperación que presentaron los datos de confianza del consumidor obedece a que los precios de la gasolina ya no han mostrado incrementos como los de enero.

Analistas del Grupo Financiero Multiva afirma­ron que la estabilidad en los precios de las gasolinas fue determinante para la recu­peración de la confianza en febrero.

“Consideramos que la lige­ra recuperación que presen­taron los datos de confianza del consumidor obedece a que los precios de la gasoli­na ya no han mostrado incre­mentos como los de enero, incluso han evidenciado al­gunas variaciones a la baja, aunque marginales”.

Debido a lo anterior, comentaron los especialistas que “las variaciones de la ga­solina serán un factor deter­minante para el ánimo de los consumidores”.

Expresaron que, pese al repunte mensual de febre­ro, la confianza se mantie­ne en niveles bajos, “lo que va en línea con nuestra ex­pectativa de que la economía mexicana presentará una des­aceleración en 2017, misma que podría comenzar a hacer­se visible tan pronto como en el primer trimestre del año”.

Por su parte, economistas de Scotiabank también atri­buyeron el efecto rebote de la confianza de los hogares en febrero a la apreciación del peso frente al dólar.

Sin embargo, también mostraron su preocupación por el bajo nivel que registra dicha confianza, por lo que “podría esperarse un me­nor dinamismo en el gasto en consumo de la población, mismo que se ha mantenido sólido y reflejado en positivos resultados de consumo pri­vado interno y en las ventas minoristas”.