Guadalajara (8 de diciembre).- Los mexicanos disponen hoy de menos agua. Pero más allá de los retos que plantea su escasez y la explosión demográfica, el gran desafío para asegurar su abasto está en revertir su deficiente gestión. Así como en la implementación de políticas exitosas, a la fecha ausentes, que promuevan un consumo más racionado. Lo anterior lo revela una investigación realizada en 13 urbes del país por Periódicos Asociados en Red (PAR), integrado por 11 rotativos de Jalisco, Veracruz, Coahuila, Distrito Federal, Durango, Sinaloa, Yucatán, Tabasco, Sonora y Baja California.

Una lectura global arroja estas constantes: la mayor parte de la infraestructura en los estados ya cumplió su vida útil, por lo que se registran pérdidas por fugas de hasta 40%. A esto se suman los altos subsidios y la poca eficiencia en el cobro.

Mientras las autoridades priorizan la búsqueda y sobreexplotación de acuíferos y pozos, las políticas públicas y programas carecen de medidas contundentes para cumplir con el estándar recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según la cual son necesarios entre 50 y 100 litros de agua al día por persona.

Ninguna de las 13 urbes estudiadas cumple con este parámetro: Hermosillo tiene un consumo per cápita de 421 litros al día mientras que el resto de ciudades como Guadalajara, Torreón o Villahermosa, tiene un consumo de entre 200 y 300 litros diarios. Eso duplica la recomendación mundial y supera por mucho el de ciudades como Berlín (130 litros) o del Área Metropolitana de Barcelona (105 litros).

“La caída en el suministro está muy ligada con la problemática de los sistemas de agua, con la falta de planeación e inversiones… Los municipios no tienen capacidad para prestar los servicios oportunamente”, considera el director de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento, Roberto Olivares.

Para Ron Sawyer, miembro del Consejo Consultivo de la Asociación Internacional del Agua en México, el sector carece de una visión que promueva el tratamiento y reutilización del recurso hídrico. La clave a futuro.

Aristeo Mejía, titular del SIAPA, señala que continuarán con la sectorización de las redes para evitar fugas, con el cambio masivo de medidores y la rehabilitación de tomas. Acentúa la importancia de los incrementos tarifarios para reducir el consumo: “Hay bondades para quien hace un uso racional del agua, pero el que rebasa los 21 metros cúbicos mensuales paga la tarifa real”.

En menos de 15 años, el suministro de agua bajó 28%; mientras en 1996 cada mexicano disponía de 348 litros diarios, en 2012 se redujo a 250 litros, según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. La caída se replica en tres de cada cuatro entidades del país.- (Agencias)