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Liborio Vidal Aguilar, de nuevo en campaña política. Ahora busca ser diputado federal en el Distrito I, cobijado por una alianza entre un viejo conocido suyo, el PRI y el Partido Verde Ecologista.
¿Quién no lo conoce en el Oriente del Estado? ¡Y vaya que lo conocen! En Valladolid, su tierra natal, muchos de sus paisanos dicen que hay que cuidarse de él porque detrás de la apariencia de hombre bueno, afable, bonachón y educado, se esconde un sujeto intimidador y extorsionador, capaz de cualquier bajeza o traición con tal de lograr sus objetivos.
No por nada Vidal Aguilar es más recordado por su paso y activismo, a favor o en contra —según sus intereses y conveniencias— de distintos partidos, candidatos y gobiernos, que por su labor como alcalde, diputado local o funcionario de gobierno.
De acuerdo con los recuerdos de algunos vallisoletanos consultados por este semanario, en un lapso de poco menos de 20 años Liborio Vidal ha transitado del PRI al PRD y de regreso al PRI y Verde Ecologista. Con el gobierno panista de Patricio Patrón Laviada buscó acercamientos y aunque nunca militó en ese partido se dice que logró obtener numerosas concesiones de taxis.
Fue en 1990 cuando "Libo" inició sus historias de traiciones al revelarse al grupo priísta que encabezaban Jorge Moisés Elías y Roger Alcocer García y se impuso como candidato a la alcaldía.
Ante esta situación, muchos priístas decidieron apoyar al abanderado del PAN, Justo Herrera. Los resultados fueron muy cerrados y surgió un conflicto postelectoral que derivó en prostestas y la toma del palacio municipal.
Mucha gente afirma que en medio de esa crisis se orquestó un autosaqueo a las tiendas de Liborio Vidal, de donde se sustrajeron televisores y artículos domésticos, y, ése fue el pretexto para que interviniera la fuerza pública que detuvo a numerosos panistas en sus domicilios que nada tenían que ver con el movimiento.
Unos 200 presos políticos fueron llevados a Mérida. La mayoría salió a los tres días, pero un grupo de 25 personas quedó encerrada durante casi un mes.
En 2001, Liborio Vidal traicionó a Víctor Cervera Pacheco, tío de la actual gobernadora, Ivonne Ortega Pacheco y dejó las filas del PRI molesto porque no se le concedió una candidatura que pedía, ya que el extinto gobernador apoyaba al grupo de Roger Alcocer.
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Esta decisión lo llevó al PRD y recorrió numerosas poblaciones despotricando contra el partido que tiempo atrás lo puso en diversos cargos públicos y del cual hoy es nuevamente candidato.
"Por la dignidad del ciudadano, todos contra el PRI" y "El PRI jamás va a cambiar ni su dinosaurio, por eso me quité", eran las frases que solía repetir en sus recorridos proselitistas como perredista en Espita, Chemax, Calotmul y otras poblaciones.
En 2004, Liborio vuelve a enfrentarse a los que alguna vez fueron sus correligionarios en el PRI. Sus allegados abofetearon en una casilla al suegro del actual alcalde, Mario Peniche Cárdenas; cortaron las llantas de las camionetas de Roger Alcocer García y le echaron ácido muriático al vehículo del presidente del PRI local, Carlos Castro Santoyo y logra llevar a la alcaldía al abanderado del PRD, Jesús Chacón Vivas.
Sin embargo, al poco tiempo también comenzó a hostigar a Chacón Vivas porque no le dieron cabida a toda su gente en el Ayuntamiento.
En 2007, cuando se especulaba que apoyaría al candidato del PAN, Xavier Abreu Sierra, por los presuntos apoyos recibidos del gobierno panista, regresó al PRI.
Algunas personas afirman que a diferencia de lo que mucha gente cree, Liborio no goza de tanta popularidad, sino que cuenta con un grupo de incondicionales a quienes ha beneficiado con diversos apoyos que él ha obtenido de los distintos gobiernos.
Aseguran que a esa gente las distribuye estratégicamente en eventos masivos a los que acude la gobernadora, con la consigna de aplaudir y gritar porras cuando él aparezca en escena o digan su nombre y, por inercia, la multitud los imita. Por ello, siempre le gana en el "aplausómetro" a sus rivales, sobre todo a Roger Alcocer.
—No cabe duda -dice la gente- Liborio es un "camaleón" que una vez más buscará aprovecharse de la poca memoria que tiene le gente de todas sus arbitrariedades y traiciones que ha cometido a lo largo de los años, siempre buscando su provecho personal, aunque en sus discursos todo lo contrario.