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Jueves 21 de febrero.- Explorar un lugar inusual es la propuesta de las fotos de Diane Couraud Dufraisy, tomadas en un búnker secreto debajo de la Gare de l'Est.
El búnker fue construido por los ferrocarriles franceses justo antes de la Segunda Guerra Mundial. Objetivo: comprobar desde el subsuelo las funciones de la estación. El conflicto bélico estalló entonces, y fueron los alemanes quienes se apropiaron del lugar, dejando inscripciones en las paredes. Desde la Liberación, se ha mantenido igual.
Diane publicó sus fotografías en su sitio www.neverends.net, que muestran el refugio construido entre 1939 y 1941 en la estación subterránea del siglo XIX. No se sabe cómo la fotógrafa consiguió el permiso para acceder al local "visto por pocos", y ella prefiere mantener el secreto.
El búnker pertenece a la red ferroviaria francesa, propiedad del Estado. Su construcción se completó durante la ocupación alemana de Francia, en la Segunda Guerra Mundial. La estructura de hormigón mide unos 120m2 y consta de al menos diez cuartos.
Dos puertas de acceso se han conservado en la plataforma. Pero la entrada principal, protegida por una puerta pesada, está situada en una ubicación conocida por sólo unos pocos.
A pesar de estar completamente equipado y en perfectas condiciones, el búnker nunca se utilizó.
En los diferentes cuartos, hay algunos teléfonos y máquinas que permiten la renovación del aire. La temperatura está programada para permanecer en 15 grados. Una de las habitaciones tiene un dispositivo que produce electricidad y dos bicicletas que, al ser pedaleadas, alimentan una turbina y baterías, en caso de corte de energía. (Le nouvel Observateur)