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En el marco del homenaje, con motivo del XV aniversario luctuoso del arqueólogo Victor Segovia Pinto, la asociación civil que lleva su nombre citó a un evento de remembranza sobre su importante trabajo en materia de arqueoastronomía en diferentes zonas arqueológicas mayas. El evento se realizó en el Centro Cultural Olimpo.
Varios ex-colaboradores en el trabajo de Segovia Pinto, como fueron Guadalupe Huchim, Felipe Chan Chí y Humberto Gómez Rodríguez, disertaron sobre sus experiencias en el trabajo y la vida interesante, por excéntrica e inquieta, del investigador que descubrió el sarcófago de Pakáal, uno de los dignatarios mayas más controvertidos a través de los mitos y estudios que se han hecho de su lápida, así como de varios fenómenos arqueo-astronómicos en las edificaciones monumentales mayas —las del templo de las muñecas en Dzibilchaltún, Uxmal, Cancún, Tulúm y otros sitios.
Héctor Navarrete Muñoz, representante de la Liga de Acción Social, que hizo realidad con su financiamiento los estudios de Segovia Pinto, expresó palabras de orgullo hacia un yucateco que con su trabajo resaltó el valor de una civilización que es nuestra y cuya obra será trascendental y difícil de olvidar.
Su hermana, Ileana, deshilvanó anécdotas y recuerdos de Segovia entre políticos, como López Portillo y trabajadores del INAH que expresan un perfil de hombre libre, de un criticón que se cuidaba y que no dejó casi nada escrito.
Para concluir el apretado programa, Jesús Solís Alpuche dijo que, aunque no conoció personalmente a Segovia Pinto, él fue quien, con sus descubrimientos arqueo-astronómicos abrió la expectativa hacia un mundo diferente.
Puedo asegurar —dijo— que Víctor Segovia, trascendió al pasado, el presente y el futuro, porque sus descubrimientos abrieron un portal, que en la actualidad nos permite ver el universo alternativo que los mayas vivían. El mundo donde la ciencia y la religión se combinan, el mundo donde la espiritualidad y la energía son reales y manejables y la física cuántica es donde se funda el conocimiento por medio de la observación de la naturaleza.
—Me pidieron hablar de las profecías mayas respecto al 2012, en cuyo solsticio de invierno, el 21 de diciembre, termina la cuenta larga de los mayas. No soy arqueólogo y mucho menos astrónomo, pero la película realizada en 2008, generó muchas especulaciones al respecto, aseveró.
Por esta razón, a principios de este año, a iniciativa de varios compañeros y principalmente de Félix Rubio Villanueva, iniciamos una serie de encuentros, no entre expertos ni profesionales, sino entre personas de origen maya y no maya, que saben leer el paso de los tiempos y conocen los mitos y leyendas de los pueblos mesoamericanos. Expresó que se han realizado tres encuentros en nuestro estado al respecto.
Bernardo Caamal Itzá dijo que en las comunidades existen aún antiguas profecías que relatan —como es el hecho de que el agua que contiene la cáscara de cocoyol será intercambiada con el hijo de quien desea este preciado liquido. Un día el hombre correrá de las mujeres para salvaguardarse de ellas, subirá en la mata de cocoyol. Llegará el día en que el hombre querrá ser mujer y la mujer, hombre.
Hay una infinidad de profecías que destacan cambios que sucederán en el interior de las sociedades humanas, precisó Caamal Itzá. Agregó que en estos días hay que recordar el valor del P´íis —el punto de equilibrio— para evitar el deterioro del sistema, y cómo en estos días, lo que prevalece es el materialismo, que se refleja en un exceso de consumo y de individualismo.
Caamal Itzá, destacó la necesidad de dar acompañamiento a los jóvenes, de darles mayor atención, porque hay épocas de la historia donde los jóvenes sentían el futuro y lo veían cercano. Luchaban para llegar a ese futuro. Pero hoy al buscarlo, se preguntan: ¿Donde está el futuro? Pues miran para Europa, para Estados Unidos, para cualquier lado y saben perfectamente que allá también va a haber dificultades. Cómo que va bajando el nivel de la esperanza, por lo tanto, tenemos que inventar formas para que los jóvenes sientan que, aquí está su tierra, que aquí está su futuro y que sepan que aquí van a crecer sus nietos, como ocurrió con nuestros ancestros".
—Desde ese tiempo (la antiguedad) hasta la fecha, la gente ya cambió su forma de vivir. Culpamos a los programas y al gobierno porque la gente que vigila el cumplimiento de ciertas metas son corruptos y originan que las actividades programadas no se realicen y esto ha ocasionado que la gente sea irresponsable y su resultado es lo que ahora palpamos.
—Por eso tengo claro, si uno tiene dos mecates o una hectárea de suelo, es posible sembrar un poco de todo y de ahí saldrá la comida. El problema de ahora en todas las comunidades, es que los jóvenes sólo se dedican a estudiar. Es necesario que se queden a trabajar la tierra".
El hecho que hoy nos hayamos reunido para honrar la memoria de Víctor Segovia Pinto, nos permite exponer la problemática de la migración, el abandono del campo por los jóvenes ¿Cómo podemos concientizar a los jóvenes para que tengan cerca y conozcan con claridad las oportunidades que ofrece su cultura?
Hubo varios cuestionamientos del moderador y varias personas respecto a las profecías mayas y no mayas.
Jesús Solís Alpuche precisó que hay dos cosas fundamentales que no hay que perder de vista: la comprensión de la interdependencia entre la humanidad y el planeta tierra y de nuestro planeta y el universo del que somos parte. Los mayas de hoy saben que el universo está vivo; los antiguos por eso lo estudiaban y trataban de adaptarse a su naturaleza. La cuenta larga se inicia antes de Cristo y concluye el 21 de diciembre de 2012. Los mayas no dicen que es el fin del mundo. Son las nuevas doctrinas de la Nueva Era las que promueven estas ideas con afanes mercantilistas de salvación.
El planeta tierra tiene una edad de 4,500 millones de años; la vida se formó de larvas que nacieron hace 440 millones de años, los grandes reptiles evolucionaron hasta hace 250 millones de años hasta que supuestamente fueron exterminados por el meteorito de Chicxulub hace 65 millones de años, y los primeros rasgos de vida humana tienen 40 millones de años. O sea que 4,500 millones de veces la tierra ya le dio la vuelta al sol, y el sistema solar le ha dado la vuelta a la galaxia 182 millones de veces, en 25 mil 625 años terrestres, que es el tiempo en que todo el sistema le da la vuelta al sol de la galaxia.
En estos procesos del tiempo habría que saber si el planeta actual es producto de un azar caótico o de un proceso gradual de constante evolución. No hay que perder de vista el salto cuántico que dieron los seres humanos contemporáneos de recolectores de frutos al estado actual en el que se distinguen grandes diferencias en el desarrollo hasta antes de la conquista, de una forma de vida individualista impuesta por la visión del mundo occidental y la vida que llevaban los pueblos mesoamericanos antes de este acontecimiento, que era mucho más avanzada en la astronomía, las matemáticas, la agricultura y las artes, pero sobre todo que implicaba estar en pleno contacto y en interacción con la naturaleza a la que sabían leer cíclicamente.
Es un hecho que hasta la NASA y otras instituciones reconocen que el fin de la cuenta larga de los mayas coincide con una alineación de nuestro sistema solar con el sol de la galaxia (Junab Kú lo llamaban los mayas) y que se pueden resumir algunos eventos importantes, según varios investigadores serios, como son inversión de los campos magnéticos del sol, como sucede cada once años. Pero esta vez ocurrirá en un máximo de fenómenos solares inusuales: tormentas, incrementos de las manchas, lo que podría modificar el campo magnético de nuestro planeta.
En este punto —subrayó Solís Alpuche— es donde importa mucho el estado de ánimo de la humanidad respecto a los elementos de la naturaleza.
—La visiones de desarrollo de la humanidad en este momento son extremadamente críticas. Las doctrinas de mercado han separado al ser humano de la naturaleza y su espiritualidad. La cultura maya es objeto también de mercado —aseveró.
"En la entrada a este recinto, por ejemplo, se encuentran imágenes de varias constelaciones de otras culturas, sin que tomen en cuenta las constelaciones mayas. No podemos entender qué forma de cultura se quiere promover así. También el gobierno quiere despertar a Kukulkán y a Cháac, sin saber que en el Popol vuh nos dicen que los hombres de barro, de madera en otras épocas, fueron destruidos por los diluvios".
—Hay que conocer a los mayas e identificar su cultura en sus mitos como el del Kuxa'an Suum, la soga de la vida, que fue cortada durante la conquista y cuya lectura es que los occidentales rompieron con las buenas relaciones que los humanos tenían en estas regiones con la naturaleza. La soga de la vida fue cortada y derramó mucha sangre, y desde entonces todas las desgracias vinieron al mundo; hoy muchos estamos buscando el pedazo que falta para poder empatarla. La leyenda dice que cuando lo encontremos las dos culturas se unirán para realizar una gran competencia entre sus valores y liderazgos. Que la soga de la vida será amarrada de la torre de la Iglesia Catedral de Mérida y el otro extremo en la torre de la Iglesia de Izamal. A los jefes representantes de los mayas y de los blancos se les dará a escoger un animal para la carretera. El jefe blanco escogerá un caballo y el maya una ardilla. En esa carrera quedará comprobado que el blanco y su cabalgadura no saben correr en la soga de la vida y caerán, el jefe maya, llegará seguro, montado en su ardilla y nuevamente habrá armonía en el universo".
Las intervenciones de Jesús Solís Alpuche y Bernardo Caamal Itzá, coincidieron con esta reunión, realizada en el marco del XV aniversario luctuoso del arqueólogo yucateco, convocada por la asociación civil "Amigos de Víctor Segovia Pinto", celebrada en esta ciudad de Mérida, para seguir honrando la memoria de uno de los hombres del mayab que aportó notoriamente a la vinculación de la astronomía y la arqueología. Ahora deberán buscarse, concidieron, los mecanismos para hacer que los jóvenes tengan acceso a esta valiosa información y a sus principales elementos culturales, con la finalidad de construir su desarrollo como pueblo.