1109 palabras
Manhattan después del 11 de septiembre de 2001
Hace nueve años el mundo entero se llenó de asombro, incredulidad y dolor cuando, en persona o a través de cámaras de televisión que trasmitían en vivo, presenció lo que no había visto en las películas apocalípticas de Hollywood en la que extraterrestres, inundaciones, montruos o súper villanos habían hecho contra la cosmopolita ciudad de Nueva York: el impacto de aviones contra las famosas Torres Gemelas o edificios del World Trade Center, en el bajo Manhattan; que horas después se desplomarían matando a quienes estaban atrapados en ellas y a parte de sus rescatistas, y destruyendo lo que se encontraba a su alrededor.
Las imágenes del choque de los aviones contra los dos edificios y la caída de las icónicas torres de Nueva York se repitieron incontablemente ese día y en los subsiguientes, haciendo que se quedaran grabadas en la mente de todos aquellos que las vieron. A nueve años de la tragedia que sacudió a Estados Unidos y que sorprendió al mundo, estas mismas imágenes siguen repitiéndose cada 11 de septiembre para recordarle al mundo lo que sucedió aquella mañana, pero de 2001.
{migaleria}n119/zona-cero{/migaleria}La destrucción física y moral que trajo el acto terrorista —que incluyó un ataque el Pentágono y la caída de otro de avión secuestrado— hizo pensar a muchos que las secuelas económicas y traumáticas de los norteamericanos tardarían en desaparecer. Aunque Nueva York parece ya recuperada de esa gran herida, ésta aún está abierta para muchos que tienen en la "Zona Cero", el área que ocuparon las Torres Gemelas y otros edificios cercanos, y que fue nombrada de esta forma luego del ataque terrorista, un continuo recordatorio.
Aunque años después de la caída de las torres se anunció la construcción de un complejo de edificios, a nueve años de modificarse el panorama neoyorkino, sólo un nuevo edificio de los que se prometieron levantar en este lugar se encuentra listo, el 7 World Trade Center, un rascacielos de acero y cristal de cerca de 230 metros —menos que su predecesor— con 52 pisos, de los cuales 40 se reservan para oficinas. En total, 153,000 m2 se utilizan para uso comercial. Se espera que la reconstrucción total de la "Zona Cero" concluya en 2012.
No se había concretado aún el primer aniversario de la caída de las torres y Manhattan era un constante recordatorio de lo ocurrido: edificios con banderas norteamericanas haciendo alusión a la unión de su pueblo, las clásicas camisetas para turistas de "I Love New York", ligeramente modificadas con la leyenda "I Love New York more than ever" (Amo Nueva York Más que nunca); y estaciones del metro llenas de fotos y cartelones de personas buscando a familiares que se encontraban en las Torres Gemelas el día del atentado.
En el área cercana al World Trade Center, el tiempo parecía haberse detenido: calles acordonadas por la policía por escombros aún sin remover, las vidrieras de los establecimientos con figuras decorativas para honrar a bomberos y policías, a los que consideraban sus héroes; y cientos de flores, veladoras, camisetas con mensajes de condolencia que los turistas fueron dejando en los meses posteriores a septiembre de 2001 rodearon la iglesia cercana al área que alguna vez ocuparon las Torres Gemelas.
En el sitio denominado "Zona Cero", donde en ese entonces sólo había un gran agujero, las autoridades de la ciudad crearon un área de observación de madera en la que los turistas desfilaban para ver lo que había quedado del lugar que ocuparon los rascacielos destruidos al tiempo que dejaban mensajes escritos en las paredes del puente, junto con flores y veladoras.
En el Battery Park, situado unas calles más al sur, está una de las esferas que adornaban la plaza del World Trade Center. Está deformada, pero se le conserva como un recordatorio de lo que ocurrió el 11 de septiembre de 2001.
Los Yankees, el equipo de beisbol del Bronx, también hizo un homenaje durante muchos años a las víctimas del atentado al cantar al término de la primera parte de la séptima entrada de sus juegos la canción "God Bless America" (Dios bendiga a América) en sustitución del tradicional "Take me out to the ball game".
Nueve años después, el panorama ya cambió. El recordatorio es menor: sólo la esfera del World Trade Center que aún se exhibe en el Battery Park, y un estación del metro subtérranea en la "Zona Cero" que permite observar el área vacía que ocuparon alguna vez los edificios. También hay vendedores ambulantes de fotos del atentado.
Quizá queda físicamente poco para recordar al Nueva York herido de 2001, pero sus residentes y el mundo entero aún lo recuerdan y este 11 de septiembre no es la excepción. L.I.