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A c r ó p o l i sNumerosas voces dicen que debe cambiarse la estrategia del combate al crimen organizado porque cada día cuesta más muertes, el Ejército y la policía federal se desgastan y se desprestigian, se altera la paz pública, mientras los gobernadores se hacen patos so pretexto de que ese delito no es de su competencia. Aparecen, a cambio, indicios serios de que varios de ellos y sus funcionarios están inmiscuidos.
No se trata de fomentar el tráfico y venta de enervantes, ni mucho menos; sino de buscar otra forma de combatir a los cárteles, que disponen de más dinero y armas que el Estado y no están dispuestos a abandonar su negociazo.
Es claro que mientras Estados Unidos sea el mercado más grande de drogas a México le tocará bailar con la más fea, y como aquello no está en nuestras manos acabarlo, pues hay que escoger otra manera de enfrentarlo que nos perjudique menos.
También la PGR y la Policía Federal Preventiva deben variar la estrategia contra los cómplices de las mafias. Acusaron a Julio César Godoy Toscano, hermano del gobernador michaocano Leonel Godoy y diputado federal electo del PRD, y a Saúl Soliz Soliz, candidato derrotado del PVEM, de estar muy ligados a la mafia La Familia Michoacana, sin tener órdenes de aprehensión.
Godoy Toscazo trabaja directamente a las órdenes de Servando Gómez "La Tuta", uno de los jefes de la mafia, y tenia a su cargo la protección institucional (oficial) de ésta en la vasta región de Lázaro Cárdenas, Arteaga y Nueva Italia, Michoacán.
Ni modo que el gobernador no lo supiera, y así lo metió de candidato a diputado por el PRD para protegerlo con el fuero legislativo, misma intención que tuvo el PVEM con Soliz Soliz.
El pitazo de la PFP sin tener órdenes de captura, les facilitó esconderse, y no sería raro que el hermano de Leonel se presentara tramposamente en la Cámara de Diputados a registrarse y protestar como tal para que el fuero le dé impunidad.
Hay el antecedente del ex cantante Francisco Javier Burganza, ex priísta dos veces y ex panista, a quien Dante Delgado, dueño de Convergencia, lanzó para Senador en 2006 —aunque estaba acusado de acoso y violación de menores y era prófugo de la ley— en la fecha del registro en la Cámara Alta llegó escondido en la cajuela de un auto a recibir su credencial y protestar como senador. De allí salió sonriente, amparado por el fuero que se ha pervertido por desgracia, pues sólo debe amparar a los legisladores por las opiniones que viertan como tales, no para cometer delitos.
Intentó lo mismo el PT por orden de López Obrador, al lanzar para diputada plurinominal a Lucía Morett, pero los votos logrados por el partido no bastaron para obtener la curul protectora.
La PGR acaba de anunciar que Ecuador solicitó por vía diplomática la extradición de Lucía, a quien acusan de terrorismo por haberla encontrado en el campamento de las FARC que en marzo de 2008 atacó el ejército de Colombia en suelo ecuatoriano.
Con ese aviso la PGR le dio tiempo para huir, como a los dueños de la Guardería ABC de Hermosillo, que escaparon a Canadá, y quizá por la repetición de estos casos el gobierno de ese país acabó exigiendo visa a los mexicanos para ingresar a él.
Esos errores de las autoridades más parecen ardides para proteger a delincuentes.
Y a todo esto ¿de qué sirvió que PRD y PVEM juraran y perjuraran que no lanzarían a candidatos ligados con el narco? Fue vil tomadura de pelo y ahora esos partidos salen con que se deslindan de los cómplices de las mafias. Luego que no se quejen de que el pueblo no les crea.
También el PAN debería cambiar de estrategia con Manuel Espino que, amparado en la libertad de opinión, tiro por viaje critica a sus dirigentes y al presidente Calderón.
Espino no tiene cara de reprochar a éste de tratar de imponer al presidente del PAN, pues él lo fue por Vicente Fox y Marta Sahagún para que hiciera a Santiago Creel candidato presidencial y le organizara la campaña.
Recuérdese que Espino era un empleado tercerón en Los Pinos cuando lo enviaron de secretario general del CEN de Luis Felipe Bravo Mena, y al concluir éste su segundo período de líder partidista, aquél fue impuesto como su sucesor.
Si Espino deseara el bien de su partido, lo criticaría en las sesiones del Consejo Nacional, del que es miembro. "La ropa sucia se lava en casa". Mas pretende hacerse publicidad a base de desprestigiar al partido que dirigió.
Ya basta. Él es presidente de la Organización Demócrata Cristiana de América apoyado por el PAN, y bastaría con que éste amagara con retirarse de la ODCA por las habladas de Espino, para doblarle las manitas.
Con quien también debe cambiarse de estrategia es con el ex presidente Vicente Fox. Valido de su investidura y motivado por Espino y demás lanza críticas a su sucesor, cuando debería ser dechado de prudencia y discreción, cualidades que no conoce.
Bien podría hacer observaciones en privado a Calderón. La semana pasada, en una carta al columnista Jorge Fernández Meléndez se lanzó contra el Presidente, sin venir al caso; y eso no debe tolerarse.
Bien podría decírsele aquello de "callate, vos che, que tus hijastros también tienen su historia". Y eso no le gustaría nada a Martita, y lo callaría.
Dejar sueltos a esos deslenguados recuerda aquello de "el buen juez por su casa empieza", pues debe haber una mínima disciplina partidista y gran decoro en el ex mandatario.