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CIUDAD DE MÉXICO, 27 de febrero.- Elba Esther Gordillo nunca se cuidó de los reporteros gráficos. Protagónica, le importaban poco los desfiguros de su rostro, las huellas de las cirugías, el impacable paso de los años, sus fallidas muecas, material para el escarnio y los apodos.
La lideresa del SNTE, pasó lista a los presidenciables. De Salinas hasta Peña. Empoderada, negoció canonjías, poder político, recursos públicos sin fin.
Una ráfaga de imágenes, recorren los 23 años de la mujer que hizo de la corrupción, el chantaje y el enriquecimiento ilícito, su manera cotidiana de ser. (Proceso)