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WASHINGTON, D.C., 1 de septiembre.- El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tomó ayer una nueva decisión sobre un posible ataque militar a Siria: consultar al Congreso la medida en respuesta al presunto uso de armas químicas en el país árabe, alejando así la perspectiva de un ataque inminente, mientras que la ONU prometió un informe “imparcial” y “creíble” sobre el caso, pero en “un máximo de tres semanas”.
Más de un centenar de personas se manifestaron ayer frente a la Casa Blanca tras el anuncio de Obama para expresar su rechazo a una eventual acción militar en Siria, mientras que en Reino Unido hubo manifestaciones para celebrar la decisión del Parlamento de que el país no participe en la operación. Los militantes pacifistas levantaban banderas sirias y pancartas con leyendas como “No al ataque a Siria” y “No toquen a Siria”.
“He decidido que Estados Unidos debería actuar militarmente sobre blancos del régimen sirio” y “está listo a atacar cuando lo decidamos”, dijo Obama en una declaración en la Casa Blanca.
Pero de inmediato añadió que decidió “pedir la autorización de los representantes de los estadounidenses en el Congreso para el uso de la fuerza”.
Poco después, la Casa Blanca presentó formalmente su pedido al Congreso, en receso de cinco semanas hasta el 9 de septiembre, para atacar Siria en forma “limitada” a fin de “interrumpir, prevenir y degradar el potencial de uso de armas químicas u otras armas de destrucción masiva”.
Según el proyecto de resolución, el apoyo legislativo “enviaría una señal clara de la resuelta actitud de Estados Unidos” al respecto.
La acción militar sería en respuesta a un supuesto ataque con gas neurotóxico el 21 de agosto cerca de Damasco, que EE.UU. atribuye al ejército del Presidente Bashar Al-Assad.
Obama recordó que EE.UU. tiene “fuertes” pruebas de que el Gobierno sirio estuvo detrás de esos ataques, que Damasco niega.
También el Presidente ruso, Vladimir Putin, aliado de Siria durante décadas y quien será anfitrión el 4 y 5 de septiembre de la Cumbre del Grupo de los 20 (G20) en San Petersburgo, calificó de “completamente absurdas” las acusaciones.
“Estoy convencido que se trata de una provocación de quienes quieren involucrar a otros países en el conflicto sirio, y garantizarse el apoyo de actores internacionales poderosos, en primer lugar Estados Unidos”, afirmó Putin y exhortó a EE.UU. a mostrar las pruebas que dice poseer.
El análisis de las muestras tomadas por los investigadores de la ONU en Siria podría tomar “hasta tres semanas”, informó ayer la Organización para la prohibición de las armas químicas (OIAC) y según su vocero, Michael Luhan, las muestras “serán enviadas a unos seis laboratorios de varios países que no están implicados políticamente” en el caso.
Obama detalló que se había reunido con los jefes de las bancadas partidarias en el Congreso, quienes estuvieron de acuerdo en “incluir un debate y un voto en la agenda”.
“Estamos satisfechos de que el presidente pida la autorización para una intervención militar en Siria”, dijo en un comunicado el republicano John Boehner, titular de la Cámara baja, y otros de sus colegas de partido.
En Damasco, un responsable de los servicios de seguridad sirios dijo que “esperamos una agresión en cualquier momento y estamos preparados para responder”.
En Washington, grupos pacifistas y partidarios de la oposición siria se apostaron frente a la Casa Blanca para gritar a favor y en contra de la guerra, y la policía debió movilizarse para mantener separados a ambos bandos.
Claves
Protesta en Londres:
-- Más de mil manifestantes opuestos a los ataques en Siria se congregaron ayer en Londres atendiendo la convocatoria de la organización Stop the War, para celebrar el rechazo del Parlamento británico a una acción militar.
-- “Nunca dejen decir que las manifestaciones no sirven para nada. La nuestra funcionó”, dijo Lindsey German, responsable de Stop the War (Paren la guerra) bajo los aplausos de los reunidos en el Trafalgar Square, en el centro de la capital británica.
-- Los militantes pacifistas levantaban banderas sirias y pancartas con leyendas como “No al ataque a Siria” y “No toquen a Siria”. (Agencias)