1290 palabras
MEXICO, D.F., 13 de septiembre.- Los líderes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) arribaron a la Secretaría de Gobernación para dialogar con el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda.
Los líderes fueron transportados a la dependencia en camionetas de la Policía Federal.
Francisco Bravo, dirigente de la Sección 9 de la CNTE en el Distrito Federal, llegó lesionado del brazo derecho e ingresó a la enfermería de la dependencia.
Llegaron también Rubén Núñez de la Sección 22 y Juan José Ortega de la Sección 18 y también arribó el Gobernador de Oaxaca, Gabino Cué.
La dependencia informó que dirigentes de la disidencia magisterial se sentarán nuevamente a dialogar con las autoridades en busca de un acuerdo a sus peticiones.
El pasado miércoles la comisión nacional única negociadora de la CNTE se reunió con el secretario de Gobernación, Miguel ángel Osorio Chong, con quien no llegaron a un acuerdo.
Las inmediaciones de la Secretaría se encuentran ya resguardadas por personal de la Policía Federal ante el paso de la manifestación.
En punto de las 16:00 horas, elementos de la Policía Federal ingresaron a la plancha del Zócalo y desalojaron lo que quedaba del campamento magisterial.
En aproximadamente 10 minutos, los uniformados avanzaron desalojando a los maestros que quedaban y apagando las fogatas que los profesores habían encendido.
Luego de entonar el Himno Nacional, los maestros reunieron a sus compañeros por sector y por regiones para informarles que la asamblea no tomó ninguna decisión y por lo tanto debían permanecer en el Zócalo.
Desde diferentes espacios en la plancha del Zócalo, los maestros lanzaron chiflidos de alerta, otros recogieron palos y tubos ante un posible enfrentamiento con la Policía.
Integrantes de la CNTE "tomaron" un trascabo, que ingresó por la calle de Venustiano Carranza hacia 20 de Noviembre y fue colocado como barricada de acceso al Zócalo capitalino.
Los dirigentes de la Sección 22 informaron que se decretó un receso en la asamblea estatal para trasladarse a una de las vallas humanas "para reorganizar a la gente".
Manifestantes impidieron el acceso de una pipa de agua al Zócalo, donde maestros se encontraban agrupados ante un posible desalojo de la Policía Federal, que horas antes entró por la calle de Madero y se encontraba en Motolinía. Al final fueron desalojados.
Maestros, en resistencia por no abandonar la plancha del Zócalo capitalino, quemaron lonas, ropa y hasta basura.
A su vez, el Sistema de Radio y Televisión de la Ciudad de México, en su cuenta de Twitter, informó que los profesores realizaron la quema de basura para evitar que los helicópteros que sobrevolaban el Zócalo capitalino los vieran.
Algunos grupos de maestros empezaron a quitar los plásticos y casas de campaña que formaban parte del plantón en la plancha del Zócalo.
Frente a la sede del Antiguo Palacio de Ayuntamiento, hay grandes espacios donde se observa basura y residuos de las fogatas que encendieron los profesores.
En la explanada del Zócalo transcurría el día en relativa tranquilidad. Incluso hubo profesores que empezaron a comer. El desalojo vendría horas después.
A las 16:15 horas, cientos de elementos antimotines de la Policía Federal entraron a la plancha de Zócalo apoyados por tanquetas de agua, luego de que los maestros, que la ocupaban desde el 19 de agosto, la dejaran.
A las 14:00 horas, dirigentes magistrales y autoridades federales habían acordado un plazo de dos horas para que los maestros definieran si dejarían el primer cuadro. Al cumplirse el plazo, los uniformados avanzaron.
Durante el operativo, sin embargo, sí se registraron diferentes puntos de enfrentamientos. En Eje Central los policías encapsularon a un grupo de manifestantes, entre ellos a dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Tras poco menos de una hora, los maestros pudieron salir y se reporta que los dirigentes son trasladado a la Secretaría de Gobernación para entablar nuevas negociaciones.
Por otra parte, grupos de presuntos anarquistas lanzaron proyectiles a los policías en 20 de Noviembre y en Izazaga; los uniformados respondieron con gas lacrimógeno. Además, en Izazaga se hizo uso por primera vez en la Ciudad de una tanqueta de agua denominada como Rinoceronte.
“Todo está preparado para que el 15 de septiembre se dé la verbena popular en el Zócalo”, señaló Eduardo Sánchez, vocero de seguridad del Gobierno Federal, mientras las fuerzas policiales tomaban el control del primer cuadro.
Previamente, el Comisionado de la Policía Federal, Enrique Galindo, había señalado en conferencia de prensa que tenían reportes de que personas en la plaza estaban rompiendo banquetas para reunir proyectiles, además de armarse con palos y tubos.
Aparentemente se preparan para una confrontación, dijo el funcionario, quien los conminó a utilizar el plazo otorgado para desalojar la plaza.
Antes de que avanzaran los uniformados, el Comisionado Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, aseguró que no querían confrontación, pero iban a actuar.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) envió a 50 visitadores adjuntos para vigilar el operativo de la Policía Federal implementado en el Centro Histórico.
Los negocios de la zona cerraron sus cortinas alrededor del mediodía; mientras la Secretaría de Seguridad Pública, a través de su cuenta de Twitter, pedía no acercarse a la zona.
Desde temprano, algunos maestros empacaron sus pertenencias mientras que otros desarmaban las casas de campaña y retiraban los plásticos que sirvieron de techo.
Por la mañana, las bancadas del PRD y PRI en el Senado de la República hicieron un llamado a los gobiernos federal y del Distrito Federal a evitar un desalojo violento de la CNTE en el Zócalo y optar por la vía del diálogo con el magisterio disidente. (Agencias)