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GINEBRA, Suiza, 14 de noviembre.- Este año apunta a convertirse en el séptimo más caluroso desde 1859, cuando comenzaron los registros, con una tendencia a climas extremos y a tormentas de gran impacto, como el tifón Haiyan, que arrasó a Filipinas, informó el miércoles la Organización Meteorológica Mundial (OMM), con sede en Ginebra (Suiza).
La acumulación en la atmósfera de gases de efecto invernadero generados por el hombre hará que sea inevitable un futuro aún más cálido, adelantó el secretario general de la OMM, Michel Jarraud, en un comunicado hecho público durante las conversaciones de la ONU sobre el clima, en Varsovia.
La OMM reveló que los primeros nueve meses del año fueron similares al mismo periodo del 2003 (hasta ahora el séptimo más caluroso), con una media de temperaturas en tierra y en la superficie del océano de 0.48 grados centígrados por encima de la media del periodo de referencia (1961-1990). En consecuencia, anotó, el 2013 probablemente se situará entre los diez más calurosos de los últimos 163 años.
Esa cifra supera lo registrado entre enero y septiembre del año pasado y en el mismo lapso del 2011, cuando el fenómeno de La Niña refrescó el ambiente. “Las temperaturas de este año son casi iguales al promedio registrado en la década 2001-2010, la más calurosa desde 1850”, dijo Jarraud, quien recordó que los récords de calor corresponden a años posteriores a 1997.
El 2013 continúa subrayando una tendencia a largo plazo hacia temperaturas más elevadas, causadas por el calentamiento global, comentó el experto. “Los años más fríos de esta época tienen temperaturas más altas que los años más calurosos antes de 1998”, explicó.
En contraste con el 2012, cuando Estados Unidos observó temperaturas anuales récord, el calor fue más extremo este año en Australia, señaló la OMM en un comunicado fechado en Ginebra (Suiza).
Entre los fenómenos extremos que preocupan a la organización está el tifón Haiyan, una de las tormentas más intensas de la historia, que dejó miles de muertos en Filipinas.
Según Jarraud, el ciclón no puede ser atribuido directamente a los efectos del cambio climático. Sin embargo, dijo, el aumento de los niveles del mar –que se produce, entre otras cosas, por el derretimiento de los polos– está haciendo que las poblaciones costeras sean cada vez más vulnerables a las tormentas. “Vimos esto, con trágicas consecuencias, en Filipinas”, sentenció el meteorólogo.
De acuerdo con los datos que maneja la OMM, el nivel del mar ha subido a razón de 3 milímetros por año, en promedio, desde 1993. Eso es el doble de la tendencia registrada durante todo el siglo pasado (1.6 milímetros anuales). (Reuters)