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Huixquilucan, Edo. de México, México, marzo 12 de 2017
Familias de escasos recursos cumplieron su sueño de tener una casa construida con cimientos en lugar de láminas gracias a que alumnos de la Universidad Anáhuac edificarán, durante el fin de semana, casas para personas en extrema pobreza en Huixquilucan, Estado de México.
Antonio García Cancino, director de compromiso social de la Universidad Anáhuac, destacó que cada casa tiene un valor 130 mil pesos. El proyecto inició desde hace diez años y a lo largo de este periodo han participado 4 mil estudiantes de todas las carreras, de cada semestre.
“Cada fin de semana construimos cinco casas a lo largo de tres días. Son estudiantes de cada carrera que tienen un compromiso social”, destacó el líder estudiantil.
Arlene Gutiérrez, quien estudia la carrera de Dirección de Empresas y Entretenimiento, destacó que esta actividad fomenta la relación entre los alumnos, además de conocer las historias de vida de las familias que recibirán las casas.
“Aquí lo importante es darnos cuenta que es para la gente, no es para nosotros. Nos llenamos de alegría al ver a la familia contenta, esperando una casa con ansias”, destacó la joven de 22 años.
El jefe de cuadrilla, Andrés Mingramm García, quien tiene 23 años, y estudia Ingeniería Industrial, destacó que la colaboración ayuda a mejorar el ambiente social.
“Uno como alumno busca hacer la diferencia. Esta actividad se hace cada semestre, por lo general se reúnen 200 voluntarios y se hacen las cuadrillas”, indicó el joven, quien participa por segundo año consecutivo.
Regina Arreguín, de 19 años, de la carrera de Ingeniería Industrial, destacó que el voluntariado “es una forma de mejorar la situación del país”.
“Creo que en parte todos tenemos la responsabilidad de mejorar el país, es un proyecto increíble con la mejor actitud, y es una gran experiencia que mejora el clima del país.”
Una de las beneficiarias fue Antonia Alpízar Escobar, de 73 años, quien expresó su felicidad por ser parte del proyecto, tras vivir por más de 40 años en una casa de adobe.
“Mi casa era de adobe, de lámina de asbesto. En mi vida era un sueño tener una casa mejor que la de antes, le doy las gracias a los jóvenes que hoy ocupan su tiempo en mejorar la forma en que vivo”.
Las casas son de una sola planta, con un área de 42 metros cuadrados, distribuidos en una recámara para los niños y otra para los papás; cocina, comedor y una sala. Las familias son elegidas por el Ayuntamiento de Huixquilucan. Las casas se construyen desde el viernes a las 9:00 horas y son entregadas el domingo como a las 16:00 horas.