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Washington, Estados Unidos, abril 7 de 2017
La noche del jueves, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió bombardear una base siria en respuesta al ataque químico en aquel país que ha dejado casi 100 muertos.
Sin embargo, para el mandatario no siempre fue una buena idea la incursión estadunidense en territorio sirio.
En 2013, el magnate atacó a su sucesor, Barack Obama, asegurando que “muchas cosas malas pasarían si EU ataca Siria y nada bueno ganaría” su país.
AGAIN, TO OUR VERY FOOLISH LEADER, DO NOT ATTACK SYRIA - IF YOU DO MANY VERY BAD THINGS WILL HAPPEN & FROM THAT FIGHT THE U.S. GETS NOTHING!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 5 de septiembre de 2013
Un mes antes, el republicano aseguró que sería un grave error que Obama atacara Siria sin la aprobación del Congreso (tal como lo hizo él esta misma noche).
The President must get Congressional approval before attacking Syria-big mistake if he does not!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 30 de agosto de 2013
Estados Unidos disparó el jueves una tanda de misiles crucero contra territorio sirio como represalia por el atroz ataque con armas químicas ocurrido esta semana contra civiles. El presidente Donald Trump dijo que el ataque estadunidense era vital para disuadir el futuro uso de gas venenoso y pidió a otras naciones que se unan para “poner fin a la masacre y el derramamiento de sangre en Siria”.
Fue el primer ataque directo estadunidense contra el gobierno sirio y la orden militar más drástica de Trump desde que llegó a la presidencia hace poco más de dos meses. Los ataques también conllevan el riesgo de involucrar a Estados Unidos más profundamente en un conflicto muy complejo que su predecesor pasó años tratando de evitar.
Al anunciar la ofensiva desde su residencia en Florida, el mandatario dijo que no había duda de que el presidente sirio Bashar Assad era el responsable del ataque químico, el cual, agregó, empleó gases prohibidos y dejó decenas de muertos.
El ataque estadunidense—conformado por unos 59 misiles lanzados desde los buques USS Ross y USS Porter— alcanzaron la base aérea de Shayrat, que está bajo control del gobierno, en la parte central de Siria, desde donde según funcionarios estadunidenses despegaron los aviones militares sirios que arrojaron los químicos.
Los misiles estadunidenses dieron en el blanco a las 8:45 p.m., hora de Washington, 3:45 a.m. del viernes en Siria. Destruyeron las pistas de aterrizaje de la base, así como hangares, la torre de control y áreas de municiones, señalaron funcionarios.
Trump aprobó los ataques sin autorización del Congreso ni el respaldo de las Naciones Unidas. La Casa Blanca indicó que unas dos decenas de legisladores de ambos partidos fueron informados sobre las acciones.