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Mérida, Yucatán, México, marzo 1 de 2018
Este jueves la Cámara de Diputados aprobó en lo general, y particular, el dictamen que expide la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, también conocida como Ley Fintech.
La Cámara aprobó el dictamen en lo general con 264 votos a favor, 61 en contra y una abstenciones. El documento fue enviado al Ejecutivo para su publicación.
En diciembre pasado el borrador de la ley fue avalado por el Senado. La ley reconoce a las startups de pagos electrónicos y fondeo colectivo.
Según Bankia Fintech by Insomnia, en cerca de 10 años las fintech podrían hacerse del 30 por ciento del mercado bancario en México.
Actualmente en México existen 230 empresas fintech, el país mercado más importante de América Latina.
Seguramente navegando por internet te has encontrado con anuncios de préstamos inmediatos. Algunos de éstos quizá provienen de empresas llamadas Fintech.
El término “Fintech” deriva de las palabras “finance technology” y se utiliza para denominar a las empresas que ofrecen productos y servicios financieros, haciendo uso de tecnologías de la información y comunicación, como páginas de internet, redes sociales y aplicaciones para celulares. De esta manera prometen que sus servicios sean menos costosos y más eficientes que los que ofrecen la banca tradicional.
De acuerdo con Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros (Condusef), actualmente operan alrededor de 158 Fintech en el país.
Estas entidades resultan atractivas principalmente para personas jóvenes, ya que la mayoría de ellas están vinculadas a tecnologías relacionadas con dispositivos móviles.
Estas empresas financieras operan como intermediarios en transferencias de dinero, préstamos, compras y venta de títulos financieros, así como asesoramiento financiero. Las áreas en las que se desenvuelven son:
Estas entidades resultan atractivas principalmente para personas jóvenes, ya que la mayoría de ellas están vinculadas a tecnologías relacionadas con dispositivos móviles, y generalmente, no hay necesidad de ir a una sucursal para llevar a cabo algún trámite; por lo que son innovadoras y flexibles al público.
Las Fintech se dedican a realizar préstamos, con recursos que obtienen de otras personas dispuestas a prestar su dinero por un rendimiento, por lo que es una forma rápida de obtener financiamiento. Considera que la persona que presta el dinero, lo hace bajo el riesgo de que no le paguen.
Otro caso es el financiamiento colectivo de proyectos o empresas: las Fintech reúnen personas interesadas en proyecto (crowfunding), y dispuestas a financiarlos. Las Fintech sólo se comprometen a darle seguimiento al mismo.
Por otro lado, hay ciertas desventajas al ser el deudor; ya que si por algún motivo la institución no procede adecuadamente, no actualiza el historial crediticio, o el saldo de crédito -luego de realizar los pagos correspondientes- no es satisfactorio, el deudor no tendrá quién lo respalde legalmente, ya que este tipo de instituciones no se encuentran reguladas.
Quizá resulte interesante utilizar o prestar dinero a través de una Fintech, sin embargo, este mercado no está regulado por el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB), por lo que si la empresa deja de operar, no hay modo de que te devuelvan tus recursos.
Las Fintech se dedican, entre otras cosas, a realizar préstamos, con recursos que obtienen de otras personas dispuestas a prestar su dinero por un rendimiento.