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AMSTERDAM, Holanda, 4 de abril.- Una chica de 22 años sufría una enfermedad crónica por la cual la parte superior de su cráneo tenía un espesor de 5 cm en lugar de los 1.5 cm habituales. Esto le generó una gran presión que no sólo le hacía doler la cabeza, sino también mala visión y con una posibilidad de muerte en el futuro.
La operación fue llevada al cabo el pasado mes de febrero por el equipo de neurocirujanos del Hospital Universitario de Utrecht, en Holanda, y duró casi 23 horas.
El cráneo fue suplantado por uno de plástico impreso a través de la tecnología 3D y esto permitió salvarle la vida a la mujer.
La cirugía fue hace tres meses, pero desde la universidad decidieron no hacerla pública hasta asegurarse que había tenido éxito.
Hoy la paciente se recuperó y se libró de la enfermedad. "Es como si nunca la hubieran operado", comentó el cirujano que realizó la intervención, Bon Verweij, a través de un comunicado oficial. (Agencias)