534 palabras
MEXICO, D.F., 10 se septiembre.- La disminución en la deducibilidad a la compra y renta de autos de 175,000 a 130,000 pesos, propuesto en la reforma hacendaria molestó al sector automotor, al argumentar que mas allá de desincentivar la venta de vehículos nuevos, el mercado interno seguirá rezagado, afirmó Guillermo Rosales, vocero de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Mientras que el hecho de homologar el IVA en 16% en la zona fronteriza, que hoy cuenta con un gravamen de 11%, llevará al sector distribuidor a competir en situación de desventaja frente a los importadores de autos usados, lamentó.
Guillermo Rosales, vocero de la AMDA: "Esto no es una buena noticia, definitivamente no podemos estar a favor de ella".
En conferencia de prensa, aplaudió los impuestos verdes, pero será contrarios a que con IVA y deducibilidad, los distribuidores nacionales venderán autos más caros y no podrán recibir pagos en efectivo por la entrada en vigor de la Ley Antilavado.
Así, los distribuidores automotrices en México se dicen preocupados por dos aspectos de la iniciativa de reforma hacendaria presentada por el Presidente Enrique Peña Nieto, pues consideran que "afectarán de manera importante la venta de vehículos".
El primero, la reducción en el monto de deducibilidad sobre adquisición de vehículos nuevos, por parte de personas físicas y morales; al pasar de 175 mil a 130 mil pesos.
Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), indicó: "Esto no es una buena noticia, definitivamente no podemos estar a favor de ella, haremos valer ante la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados nuestro análisis en ese sentido, para demostrar que el impacto fiscal que tiene esta medida no es significativamente mayor en recaudación y sí representa un impacto negativo para nuestro sector".
El segundo, el IVA en la franja fronteriza. Los representantes de la AMDA explicaron que de hecho ya existe una diferencia importante en condiciones fiscales en la franja fronteriza; pues mientras que en California y Texas se aplica entre 6% y 7%, en México el impuesto va a pasar a 16%. Ello se agudiza con la competencia desleal con la importación de autos usados y la restricción para recibir pagos en efectivo; como lo establece la Ley antilavado.
Guillermo Rosales refirió: "Nuestros asociados de la franja fronteriza estarán enfrentando un incremento en los precios de salida de sus vehículos a través de este incremento en los impuestos, y además estarán en una posición anticompetitiva porque ellos no podrán recibir dinero en efectivo, mientras que los que comercializan vehículos usados importados pues ni pagan impuestos, ni tendrán ninguna restricción en el manejo del efectivo". (Agencias)