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MEXICO, D.F., 10 de septiembre.- Componer mensajes con contenido falso a través de cualquier plataforma digital toma más tiempo que uno sin mentiras, según un estudio de la Universidad Brigham Young.
"Estamos empezando a identificar señales dadas por individuos que no son tan fáciles de rastrear por humanos", dijo el coautor de la investigación y profesor de sistema de la información, Tom Meservy.
De acuerdo a lo observado, las personas no somos buenas detectando mentiras. Sólo podemos darnos cuenta el 54% de las veces que ocurre.
"Las conversaciones digitales son un suelo fértil para el engaño porque las personas pueden ocultar su identidad y sus mensajes usualmente parecen creíbles", agregó Meservy.
El experimento fue hecho a 100 estudiantes de la universidad. Ellos debían mantener conversaciones con una computadora, la cual formulaba 30 preguntas. Se encontró que los alumnos se demoran 10% más en redactar el mensaje con mentiras debido a que lo editaban con mayor detalle.
A esto se sumó que los textos escritos eran más cortos que aquellas que no contienen datos falsos.
Un estudio de la Universidad Brigham Young (EE.UU.) ha analizado lo que sucede cuando alguien miente en un mensaje digital, ya sea en una conversación de Whatsapp, en las redes sociales o en un sms. Y han descubierto que se puede reconocer a un mentiroso porque tarda más en responder, edita más mientras escribe -borrando y reescribiendo- y sus mensajes son más cortos de lo habitual.
"Las conversaciones digitales son un terreno que fomenta el engaño, porque las personas pueden disimular y hacer que sus mensajes parezcan creíbles", subraya Tom Meservy, profesor de sistemas de la información y coautor del estudio que publica la revista ACM Transactions on Management Information Systems. Según el investigador, mientras que en un contexto presencial las personas pueden detectar mentiras con precisión en un 54% de las ocasiones, este porcentaje desciende en la comunicación digital al no poder oír la voz del interlocutor ni ver la expresión de su rostro o los gestos de sus manos.
En su experimento, Meservy y sus colegas trabajaron con más de un centenar de estudiantes universitarios que mantuvieron conversaciones con un ordenador que les formulaba decenas de preguntas. Al pedirles que mintieran en la mitad de sus contestaciones, los científicos comprobaron que tardaban un 10% más de tiempo en escribir las respuestas falsas, y que estas últimas eran editadas muchas más veces. Con estos conocimientos, augura Meservy, se podrían crear sistemas de conversación capaces de detectar mentiras en tiempo real.
¿Tarda en responder a sus mensajes y los corrige demasiado? Sepa que está bajo sospecha de no decir toda la verdad, según una nueva investigación.
Una de las ventajas de la tecnología actual es la facilidad y rapidez con que podemos comunicarnos con otras personas. Escribir un mensaje de texto o un e-mail tiene ciertas ventajas. Podemos releerlo para asegurarnos de que no hemos hecho una interpretación "ligeramente" sesgada de lo que nos transmite nuestro interlocutor. Algo que con frecuencia ocurre durante una conversación cara a cara, porque no hay que olvidar que, según los expertos en comunicación, prestamos más atención a las opiniones que coinciden con las nuestras y que, además, solemos interpretar los mensajes de los otros como mejor nos conviene, o como mejor cuadra con nuestros esquemas mentales.
Pero no hay que olvidar tampoco que alrededor del 65% de lo que comunicamos a otras personas lo hacemos sin palabras, a través del lenguaje corporal. No en vano solemos decir que una imagen vale más que mil palabras. Esto significa que si lo que decimos no está avalado por lo que nuestro cuerpo expresa, tiene poca credibilidad para los demás. Es ese "mal rollo" o "malas vibraciones" que nos produce alguien sin que sepamos explicar por qué.
Hasta ahora los mensajes de textos estaban exentos de esas pistas que procesamos de forma inconsciente y hacen que salte nuestra alarma. Pero ahora un estudio de la Universidad Brigham Young (BYU) concluye que las personas que tardan en responder a un e-mail están "bajo sospecha". Un dato inquietante que la mayoría de nosotros ya habíamos sospechado, valga la redundancia, en alguna ocasión por nuestra experiencia personal. Y es que contar una "verdad incómoda", en ocasiones acaba convirtiéndose en una elaborada "mentira políticamente correcta" que nos lleva más tiempo elaborar. Y no sólo eso…
Al parecer, cuando la gente miente en los mensajes digitales – ya sean mensajes de texto, en las redes sociales o mensajería instantánea – no sólo se toman más tiempo para responder, sino que también revisan más lo que han escrito y las respuestas son más cortas de lo habitual. ¿Le suena? Y es que, "las conversaciones digitales son un terreno fértil para el engaño porque la gente puede ocultar fácilmente su identidad y sus mensajes aparecen a menudo creíbles", recuerda Tom Meservy, profesor de BYU de Sistemas de Información.
Según los autores, cuando intentamos detectar una mentira en un mensaje escrito tenemos tanta probabilidad de acertar como cuando lanzamos una moneda al aire. Sólo acertamos un 54% por ciento de las veces, es decir, que es una cuestión de azar (50%).
Es mucho más difícil porque en un mensaje digital no se puede oír la voz o ver la expresión del interlocutor, dos aspectos claves que ayudan. Y no es que nos crezca la nariz como a Pinocho cuando mentimos, pero nuestro rostro nos delata cuando fingimos una emoción que no sentimos o cuando intentamos ocultarla. Algo que solemos captar intuitivamente, porque durante la evolución nos hemos especializado en ello para sobrevivir. (Agencias)