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Bruselas, Bélgica, abril 29 de 2017
Los líderes de la Unión Europea (UE) apoyaron el sábado un riguroso conjunto de términos de divorcio para el Reino Unido en una cumbre, en una inusual muestra de unidad ante la adversidad, pero conscientes de que las fricciones pueden aparecer cuando empiecen las negociaciones.
En la primera reunión desde que la primera ministra británica, Theresa May, inició oficialmente a fines de marzo la cuenta regresiva de dos años para el Brexit, los otros 27 líderes de la UE se tardaron poco más de un minuto en aprobar un conjunto de directrices de negociación de ocho páginas elaboradas por sus diplomáticos durante el mes pasado.
Las propuestas comprometen a su principal negociador, el francés Michel Barnier, a buscar un acuerdo que garantice los derechos de 3 millones de expatriados de la UE que viven en el Reino Unido, asegure que Londres pague decenas de miles de millones de euros que Bruselas argumenta que debe y que evite desestabilizar la paz creando una dura frontera UE-Reino Unido que atraviese a Irlanda.
También descartan discutir el acuerdo de libre comercio que May reclama en tanto en cuanto no vean un progreso en los términos clave de la salida de la UE.
En una señal de cómo el voto del Brexit del año pasado ha puesto en entredicho la unidad del propio Reino Unido, los líderes también ofrecerán al primer ministro irlandés la promesa de que si Irlanda del Norte, que votó en contra de Brexit, alguna vez se reunifica, estará automáticamente en la UE.
Los líderes podrían dedicar más tiempo a las discusiones sobre qué criterios pueden utilizar para juzgar en el otoño boreal si el país ha hecho progresos suficientes para justificar el inicio de las conversaciones comerciales.
También pueden hablar sobre cómo manejar una transición, después de que Gran Bretaña abandone el bloque en 2019, hacia una nueva relación que probablemente llevará muchos años más finalizar.
La decisión sobre lo que sería “suficiente” es el tipo de debate que puede envenenar las relaciones, ya que los 27 tratan de proteger los intereses nacionales. También serán polémicos los países que recogerán los “premios” de alojar dos agencias de la UE que serán trasladadas desde Londres.
“Estamos extraordinariamente unidos”, dijo uno de los líderes nacionales presentes, mientras que el primer ministro belga, Charles Michel, advirtió que no se debía caer en una ‘trampa’ en la que Reino Unido dividiera al bloque para tomar ventaja.