Ciudad de México, México, julio 17 de 2018

A René Juárez Cisneros le bastaron 75 días al frente del PRI para dar el diagnóstico: en el partido se infiltró la simulación y “unos cuantos” quieren involucrar al tricolor en una lucha intestina que daña la unidad de la militancia.

Ayer, el guerrerense renunció a la presidencia nacional del PRI, lo respaldaron líderes del partido, como Ismael Hernández Deras, Diva Gastélum, Hilda Flores Escalera, Carlos Aceves del Olmo, la nueva lideresa del tricolor, Claudia Ruiz Massieu, y el nuevo secretario general, Rubén Moreira.

Aunque Juárez Cisneros dijo que no es tiempo de autoflagelarse por la peor derrota electoral del tricolor, dio un discurso crítico en el que afirmó que se ignoró a las bases, por lo que quiere un PRI alejado de la soberbia y el burocratismo.

Juárez Cisneros informó que Claudia Ruiz Massieu quedará al frente del PRI, mientras que Rubén Moreira estará a cargo de la secretaría general.

“Hoy veo un PRI alejado de sus bases, que reclama cercanía de su dirigencia y demanda respeto; hoy veo un PRI en el que se ha infiltrado la simulación y demanda democratizar sus procesos internos y la toma de decisiones (…) pareciera que no leímos bien el 68, el 88, el 97, el 2000, ni el 2006 y como partido perdimos la gran oportunidad del 2012”, exclamó.

“No admito que en cada crisis debamos aplicar borrón y cuenta nueva, tampoco que debamos rasgarnos las vestiduras y autoflagelarnos, no es tiempo de repartir culpas ni tampoco de individualizar responsabilidades”, dijo, mientras descartó que la derrota electoral haya sido culpa de los simpatizantes o los militantes.

La reestructura del PRI, dijo, debe ser del tamaño de la derrota que tuvo en las urnas el 1 de julio pasado.

Antes de salir de la dirigencia y prepararse para ir a la Cámara de Diputados, propuso la creación de la Comisión Nacional Consultiva para la Refundación del PRI, que se replique en las entidades federativas y que opere a partir de la segunda quincena de julio.

Claudia Ruiz Massieu dijo que una de sus primeras acciones como lideresa será convocar a la Comisión Política Permanente y luego al Consejo Político Nacional para la renovación de la dirigencia. El próximo líder sólo estará hasta 2019, año en que debió terminar el cargo de Manlio Fabio Beltrones.

En ese contexto comenzaron a surgir posiciones de los priistas, entre ellos el del senador Héctor Yunes, quien resaltó que el análisis del resultado electoral no debe hacerse desde la frustración de la derrota.

Además, afirmó que en las pasadas elecciones jamás movió un sólo voto en contra del PRI, como lo afirman “algunos que escondidos en el anonimato” cuestionan su lealtad al tricolor.