Ciudad de México, México, septiembre 03 de 2020
Lo que hemos vivido en los últimos meses por la pandemia del Covid-19, podría causar una serie de efectos psicológicos. Uno de los sectores más vulnerables son los niños y adolescentes. Es por ello que, Carmen de Manuel Vicente, Psicóloga clínica y Julia García Olivera, Psicóloga Interna Residente, ambas de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil de Cádiz, España, señalan una serie de orientaciones para padres y madres con el fin de detectar, prevenir y manejar posibles problemas de salud mental que pudieran aparecer.
Los padres deben estar pendientes de las posibles afectaciones a la salud mental en sus hijos.
¿Qué pueden hacer los padres y las madres para ayudar a sus hijos?
He aquí algunas medidas para ayudar a los niños y niñas a gestionar las emociones que surgen en esta situación de pandemia:
- Crear un entorno cálido, seguro y afectuoso, con padres atentos y disponibles.
- Escuchar atentamente a los hijos, sin prisas. Dejarles hablar para que puedan decir todo lo que necesitan hasta el final y poder así expresar sus sentimientos, miedos y dudas respecto a la situación del COVID19.
- Con una actitud comprensiva y empática. Sin juzgarles jamás. No les diga nunca “eso es una tontería, no tienes por qué preocuparte”.
- No dejar caer todo el peso en lo que dicen con palabras. Los niños a través del juego, el dibujo, los gestos o sus actitudes cuentan muchas cosas que no sabrían poner en palabras, sobre todo los más pequeños.
- Responder a todas las preguntas que hagan sus hijos. Siempre con palabras que los niños puedan entender. Y hay que decirles siempre la verdad.
- Es imprescindible hacer partícipes a los niños de la situación para que sean responsables de sus cuidados y de las medidas de seguridad a adoptar frente a la pandemia.
- Con padres y madres que transmitan calman y tranquilidad. Unos padres alarmados y angustiados deberían resolver su miedo y su angustia antes de hablar con su hijo.
- No invadir el hogar de noticias continuas sobre la actualidad del coronavirus. No es bueno ni para niños ni para adultos.
- Dedicar tiempo a los hijos. Con o sin coronavirus pero en situaciones de estrés los niños lo necesitan aún más. Ese tiempo le permitirá observar a su hijo, conocerle mejor y así poder detectar si presenta algún síntoma. Algunos serán fáciles de detectar a través de su conducta (alteraciones en la alimentación, el sueño, mojar la cama, irritabilidad). Otros, más internos como miedos, dudas, ansiedad o tristeza, pueden pasar más desapercibidos.
- Por último, hacer partícipes a los niños de los rituales de duelo. Es reconfortante reunir a la familia y a los afectados por la pérdida –pongamos que se trata de un abuelo- en memoria de la persona desaparecida. Recordar juntos anécdotas, decir unas palabras al ausente (que estará presente en el pensamiento de todos). E invitar a los niños para que participen con un dibujo o una carta dirigida al fallecido en la que le dirán todo lo que les hubiera gustado decirle. Algo que también podrían hacer los adultos.
Los padres deben saber que:
Es normal que a veces no sepan cómo responder o comportarse con sus hijos. El tener dudas forma parte de ser padre o madre y les pasa a todos.
Los padres tienen la obligación de cuidarse psicológicamente para poder cuidar mejor de sus hijos. Nada hay tan contagioso como las emociones, sean cuales sean.
No existe una forma única de hacer las cosas o de hacerlas bien. Por eso se plantea aquí una serie de orientaciones que los padres deberán adaptar a sus circunstancias particulares.
¿Cuándo deben los padres consultar con el pediatra?
Presentar miedos, tristeza, dormir peor o estar más irritable y desobediente es normal ante la situación actual creada por el COVID-19. En la medida en que se vaya controlando la pandemia irán desapareciendo estos síntomas en la mayor parte de los niños. Si esto no fuera así o los síntomas fueran muy intensos, deberían comentarlo con su pediatra. Él o ella podrá intervenir él mismo o derivar a salud mental si lo estima oportuno.
Debemos evitar la psiquiatrización de reacciones normales dentro de la experiencia humana en esta situación de pandemia.
Está indicada la ayuda especializada:
- Ante crisis de ansiedad intensas.
- Si aparece agitación motora.
- Ante la presencia de conductas agresivas.
- Cuando el niño refiere deseos de morirse o ha intentado dañarse.
- Si aparecen alucinaciones o delirios.
- En descompensaciones de niños o adolescentes con patologías de salud mental previas.
- Cuando los niños han sido víctimas de cualquier forma de violencia.
¿Cómo pedir ayuda especializada?
Deberá solicitar ayuda por medio de su pediatra, quien le indicará la forma de atención que se le brindará al infante, evitando acudir a los servicios de urgencia hospitalaria en la medida de lo posible.