MEXICO, D.F., 18 de agosto.- Con la captura de dos de los más grandes “amos de la droga” en territorio mexicano, el nuevo Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto continúa con la vieja estrategia del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, que ha sido abiertamente criticada por incrementar el crimen y la violencia, señaló el medio estadounidense Fox News en un reportaje.

El nuevo Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto continúa con la vieja estrategia anti-narco del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa.

La crítica se da luego de la detención por parte del Ejército Mexicano a Mario Armando Ramírez Treviño, alias el X-20 o El Pelón, líder del Cártel del Golfo, se diera unas semanas después de que elementos de la Secretaría de Marina capturaran al actual jefe de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales, alias el Z-40.

De acuerdo con la información dada por la Secretaría de Gobernación, ambos fueron arrestados en ciudades de Tamaulipas, en medio de operativos coordinados con unidades de inteligencia federales, y “no se produjo un solo disparo”, indicó en las dos ocasiones Eduardo Sánchez, vocero del Gabinete de Seguridad del Gobierno de la República.

Fox News recuerda que en diciembre pasado el actual Secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, dijo que la estrategia del anterior Gobierno de centrarse en los líderes de los cárteles sólo hacía a los grupos delictivos más poderosos, por lo que la nueva administración se enfocaría menos en ello y más en reducir la violencia.

Sin embargo, la nueva táctica parece idéntica a la pasada y podría causar un nuevo repunte de la violencia con los enfrentamientos por el liderazgo de dos de los principales cárteles de la droga en el país.

El Christian Science Monitor, también de Estados Unidos, resalta que en los años recientes el Gobierno de México ha hecho importantes capturas entre los líderes de ambos cárteles, del Golfo y Zetas, quienes hasta el 2010 se mantenían alineados y separaron caminos luego de la muerte de Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, hermano del líder Osiel Cárdenas Guillén, arrestado en el 2003 y extraditado a EE.UU. en el 2007, con una pena de 25 años de prisión.

Entonces las fuerzas criminales del Golfo de dividieron entre los que apoyaban al tercer hermano Mario Cárdenas Guillén y los que se iban con Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias El Coss, detenido por la Marina el 12 de septiembre del 2012, momento en el que el X-20 se convirtió en el máximo líder de la asociación.

Fox cita a Raul Benitez, experto en seguridad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que dice “la estrategia de los militares es exactamente la misma. No es un fracaso del nuevo gobierno, es la realidad que enfrentan. Cambiar de estrategia es un proceso muy lento, a corto plazo tienen que actuar en contra de los líderes del narcotráfico”.

Antes de dejar el cargo, Felipe Calderón promocionaba que las Fuerzas Armadas bajo su poder habían capturado a 25 de los 37 capos más buscados en México, bajo una estrategia que el Gobierno de los Estados Unidos respaldaba con cientos de millones de dólares, además de cooperación cercana con las agencias militares y de inteligencia de aquel país.

Con el cambio de poder se limitaría el acceso que los agentes de EE.UU. tuvieron a las fuerzas mexicanas de Calderón, según dijo Osorio Chong.

Pese a lo dicho, analistas de seguridad aseguran que la cooperación cercana entre los militares estadounidenses y mexicanos continúa a lo largo de la frontera, y según dice George Grayson, profesor de la Universidad de William & Mary, los esfuerzos coordinados para rastrear y capturar al Z-40 empezaron con Calderón y continuaron.

“A Enrique Peña Nieto realmente le gustaría no ir tras de los capos, no quiere que los titulares sean sobre capos. Pero la situación en Morelos y Michoacán y ahora las capturas en el norte del país los han mantenido en las primeras planas”, continúa Grayson.

Aun cuando la evidencia apunta lo contrario, Peña Nieto continúa diciendo que se enfocarán en la prevención del crimen para bajar la violencia. El experto Benitez dice “Es un eslogan de campaña, un discurso político para convencer al público”. (Agencias)