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WASHINGTON, D.C., 1 de octubre.- El Gobierno Federal de EE.UU. cerró oficialmente sus labores, luego que los republicanos de la Cámara de Representantes y los demócratas del Senado no alcanzaron un acuerdo para la extensión temporal del presupuesto.
La parálisis de la burocracia estadounidense inició el primer minuto de hoy, hora de Washington, D.C., al cabo de un maratón legislativo que incluyó iniciativas aprobadas alternadamente en las dos Cámara del Congreso sin que se lograra un consenso.
Minutos antes de la medianoche, el Presidente Barack Obama firmó una iniciativa de ley para proteger los salarios de los 1.4 millones de estadounidenses activos en las Fuerzas Armadas, así como al personal civil de apoyo de agencias como la Guardia Costera.
A partir de hoy, la mitad de los 2.1 millones de empleados federales seguirán trabajando durante el cierre del Gobierno, sin recibir salario.
Otros 800 mil recibirán licencias, sin que exista garantía del pago retroactivo de salarios.
El personal federal con funciones esenciales incluye los sectores de seguridad nacional y pública, programas de asistencia como Medicare, pensiones a retirados y el área de seguros.
Sólo 14% de los 231 mil 117 empleados del Departamento de Seguridad Interna (DHS) estará obligado a tomar una licencia laboral temporal sin goce de sueldo, mientras los agentes del servicio secreto y de aduanas deben continuar trabajando.
Las embajadas y consulados de EE.UU. en todo el mundo permanecerán abiertos para atender a sus connacionales, y el Departamento de Estado podrá continuar procesando solicitudes de visas y pasaportes, ya que las cuotas permiten financiar esos servicios.
El Departamento de Justicia enviará a descansar al 15% de sus 114 mil 486 trabajadores, y permanecerán laborando los agentes encargados del combate al tráfico de drogas.
El Departamento de Transporte pondrá en descanso obligatorio a 33% de su plantilla de 55 mil 468; entre el personal esencial destacan los controladores aéreos.
El Departamento de Salud dará licencia laboral a 52% de sus más de 78 mil empleados, incluidos los inspectores de alimentos, pero el personal de los laboratorios de los Institutos Nacionales de Salud deberán continuar laborando.
A su vez, el Departamento del Tesoro cesará temporalmente a 80% de su personal, el del Interior a 81%, el del Trabajo a 82%, y el de Comercio a 87%.
Entre las dependencias más afectadas sobresalen la NASA (97%), la de Protección Ambiental (94%) y el Servicio de Recaudación de Impuestos (90%).
Las cortes federales pueden operar de manera normal hasta 10 días después del cierre del Gobierno, pero tendrían que suspender a una parte de su plantilla de continuar la falta de fondos federales.
Luego de que legisladores no pudieron acordar un presupuesto al término del año fiscal, entérese de algunos datos de lo que sucederá, salvo un avance en las negociaciones políticas en las últimas horas:
800 mil empleados del total de 2.1 millones de trabajadores del Gobierno podrían tener que quedarse en casa, pero los 1.4 millones de personal de alta en el Ejército continuarán activos, aunque sus salarios se retrasen.
El salario del Presidente y el de los miembros del Congreso es intocable.
Una parte de los empleados del Gobierno son considerados esenciales y podrán continuar trabajando normalmente mientras dure el cierre, aunque no se sabe cuándo se les pagará por ese tiempo laborado.
La NASA va a suspender a casi todo su personal, mientras los controladores aéreos, las cortes y el personal de Seguridad Interior continuarán en funciones, aunque menos elementos.
El sistema de verificación de empleados –con el que se revisa el estado legal migratorio de los empleados—podría cerrar, pero los impuestos hay que seguirlos pagando.
Nadie sabe cuándo terminará este cierre parcial. El promedio de duración ha sido de menos de tres días y el cierre más largo fue entre el 16 de diciembre de 1995 hasta el 5 de enero de 1996 –es decir 21 días—bajo el Gobierno de Bill Clinton.
El 17 de octubre, EE.UU. alcanza el techo de deuda. Si el Congreso no autoriza nuevo endeudamiento, el Gobierno tendrá que suspender pagos, pero el Congreso, nuevamente, condiciona esa autorización a la suspensión o eliminación de la reforma sanitaria. (Agencias)