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México (1 de abril).- Unas doscientas personas participaron ayer en el aniversario del natalicio del activista social César Chávez; el evento fue organizado, como todos los años, por el Centro de Trabajadores Agrícolas Fronterizos.
César Chávez nació el 31 de marzo de 1927 en San Luis, Arizona y falleció el 23 de abril de 1993. Junto a Dolores Huerta formó la Asociación Nacional de Trabajadores del Campo. Ambos alcanzaron importantes logros para los agricultores y campesinos de los Estados Unidos.
Chávez se opuso a leyes que impedían salarios justos y mejores condiciones laborales. Fue admirado por los hermanos Kennedy y llegó a conocer a la esposa de Martin Luther King, en huelgas y manifestaciones sociales.
Activistas locales, así como trabajadores agrícolas, danzantes y simpatizantes se congregaron en el 201 E. de la Avenida Nineth, esquina con la calle Oregon, en casa de los trabajadores fronterizos donde se realizaron diferentes ceremonias y recordaron las condiciones actuales de los trabajadores.
Carlos Marentes, director del Centro de los Trabajadores Agrícolas, expresó que hasta el momento no se ha logrado en el país la igualdad, equidad, y mejores niveles de vida para los trabajadores.
‘En el aniversario de César Chávez, junto a la celebración de su vida, intentamos crear conciencia entre la población de que la opresión y la explotación en contra de la cual luchó el recordado líder campesino aún continúa… la lucha continúa“, señaló.
Los trabajadores se estuvieron preparando días antes para la celebración haciendo pancartas, banderines, e imprimiendo camisetas con el logo de los trabajadores fronterizos.
El recorrido de la marcha abarcó las calles aledañas al Sagrado Corazón: Oregon, El Paso, San Antonio, Oregon, para volver al Centro de Trabajadores Agrícolas donde, al final, se desarrolló un ágape con comida y música en vivo para los marchistas.
Decenas de comerciantes, compradores y residentes de la zona captaron las escenas con sus celulares, asomándose a los balcones de sus casas u observando desde las paradas de autobuses, las banquetas o bancas de los comercios. El recorrido tomó cerca de una hora y el humo de copal fue dejando una estela que se fundió con los olores de la tarde.
Recientemente, la Corte de Comisionados del Condado de El Paso proclamó marzo como el ‘Mes de César Chávez y de la Justicia Laboral’, por lo que durante los últimos días se ha llevado a cabo una serie de eventos comunitarios, con enfoque en educación, salud, arte y desarrollo de la fuerza laboral.
A nivel educativo, El Paso Community College (EPCC) y la Universidad de Texas en El Paso (UTEP) dieron vacaciones a sus estudiantes por motivo de la conmemoración del natalicio del activista de ascendencia mexicana.
De padres chihuahuenses
Si el dirigente campesino César Chávez no hubiera fallecido en 1993, ayer hubiera celebrado sus 88 años de edad, y seguramente aún estaría luchando en contra de la opresión y la explotación que siguen imperando despiadadamente en los campos agrícolas de la nación supuestamente más prospera y más democrática en todo el planeta.
Ese día, celebramos la vida de uno de los más reconocidos organizadores de jornaleros agrícolas en la historia de Estados Unidos, nacido el 31 de marzo de 1927 en una pequeña granja familiar cerca de Yuma, Arizona. Sus padres fueron Librado Chávez y Juana Estrada, cuyos padres por su parte habían emigrado de Chihuahua tratando de escapar de la violencia de la Revolución Mexicana. César fue el segundo de cinco hijos: Rita, Richard, Librado y Eduviges.
La familia Chávez vivió una vida sencilla en un pequeño rancho que les proporcionó lo necesario para su subsistencia hasta que lo perdieron durante la gran depresión de los años 30 ante la insolvencia para pagar el préstamo del banco tal y como ocurrió con muchísimos campesinos de este entonces.
Efectivamente, la gran depresión trajo una enorme devastación de la agricultura campesina. Entre 1930 y 1934, un millón de familias perdieron sus tierras y así como su capacidad para producir alimentos para ellos y para poder sobrevivir aunque fuera humildemente.
La arruinada familia Chávez no tuvo más remedio que unirse a las filas de los trabajadores migrantes desposeídos en busca de empleo en los campos de California.- (DiariodeJuárez)