498 palabras
Nepal (3 de mayo) La oficina de Unicef en Katmandú alertó hoy del riesgo de que se produzca un incremento del tráfico de niños en Nepal tras el terremoto, y destacó el peligro de que problemas que ya existían en este país como la desnutrición se terminen agravando.
Virginia Pérez, jefa de Protección Infantil de Unicef en Nepal, indicó que en el distrito de Gorkha (norte) un 80% de las escuelas están destruidas y manifestó que están trabajando activamente para prevenir enfermedades.
Ya antes del terremoto del pasado día 25, que ha dejado más de siete mil muertos, Nepal tenía unos índices de explotación infantil, de tráfico de menores y de abuso y violencia “muy altos”, dijo la especialista.
Unicef está preocupado por el movimiento ilegal de niños “en medio del caos” asociado a cualquier emergencia, por lo que están trabajando con la Policía y las autoridades fronterizas.
Destacó que hay informes de los 16 campos de desplazados en Katmandú y no se ha encontrado ningún niño no acompañado, además se han hecho evaluaciones fuera de la capital para conocer la situación.
“Las noticias que nos llegan no son alarmantes en ese sentido pero tenemos que estar atentos porque sabemos que en todas las emergencias los riesgos son altos”, subrayó.
“La vida de los niños pende de un hilo”
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha advertido de que una semana después del seísmo que devastó Nepal, “la vida de sus niños pende de un hilo”.
En un comunicado, recordó que casi el 40% de la población infantil del país ya sufría retrasos en el crecimiento a causa de la desnutrición, con lo que los problemas de falta de alimentos generan “gran inquietud”.
“Por lo menos 15.000 niños con desnutrición aguda grave requieren alimentación terapéutica”, subrayó, y “es urgente que los niños de los 12 distritos más afectados vuelvan a su rutina normal mediante la creación de espacios amigos de la infancia, la apertura de escuelas y el acceso a servicios básicos como la salud y el agua”.
Además, la temporada del monzón comenzará en pocas semanas, por lo que los niños “corren un mayor riesgo de contraer enfermedades como el cólera y las infecciones diarreicas”.
También estarán más expuestos a las amenazas de deslizamientos de tierra e inundaciones.
Unicef apunta que el terremoto del 25 de abril destruyó más de 130.000 hogares y dejó a 3 millones de personas necesitadas de ayuda alimentaria.- (Agencias)