México (28 de julio).- El número más reciente de New York Magazine reúne 35 testimonios en contra del exitoso comediante Bill Cosbby, quien, según las indagatorias y testimonios, habría usado un potente sedante para llevar a cabo el abuso a varias mujeres durante décadas.

En la portada de la conocida revista aparecen, de manera poderosa y contundente, las caras de las mujeres, todas vestidas de negro y sentadas en un banco, todas describen su experiencia y son parte de un grupo de 46 mujeres que han denunciado los ataques de Cosby.

Lo sorprendente e indignante es que según la publicación, muchas afirman que fueron contactadas por otras víctimas que permanecen anónimas. Las denuncias contra el comediante habrían ocupado espacios en la atención mediática como acusaciones de personas con ganas de fama y dinero, resultado del trabajo hecho por el equipo de abogados del susodicho.

De este modo, Cosby habría escapado de las acusaciones debido no sólo al trabajo de su equipo de abogados, sino a la imagen “bondadosa”, de “patriarca conservador” que durante años mantuvo frente a la sociedad, tanto, que era llamado “El papá de Estados Unidos”.

Sin embargo, testimonios de Cosby, que se dieron a conocer recientemente, revelan la aceptación del actor de haber drogado con Quaalude a las mujeres de las que posteriormente abusó.

Cosby, según la revista citada, habría abusado de: -Meseras. -Modelos de la revista Playboy. -Periodistas. -Mujeres en todos los niveles de la industria del espectáculo. “¿Despertar medio desvestida y violada por el hombre que dijo que iba a quererme como un padre? Eso es muy enfermo”.

Es el testimonio de Barbara Bowman, quien actualmente tiene 48 años. La aterradora experiencia habría sucedido en la década de 1980, cuando tenía 17 años. Bowman asegura haber perdido la consciencia por el sedante que le administró el comediante y asegura haberse sentido presa por no poder revelar lo sucedido, debido a la imagen de Cosby ante los medios.

“Me sentía como prisionera. Me sentí secuestrada y oculta a plena vista. Pude haber caminado en cualquier calle de Manhattan en cualquier momento y decir: fui violada y drogada por Bill Cosby pero, ¿quién diablos me hubiera creído? Nadie, nadie”.

¿Será este otro caso del poder de una figura mediática para cometer toda clase abusos? Muchos apuestan a que los casos deben ser debidamente investigados y hasta entonces emitir juicios. Pero, ¿46 acusaciones a estas alturas del partido y las “filtraciones” a la opinión pública por procesos anteriores no son suficientes para emitir un juicio real? ¿Es esta una figura más que será encubierta por la impunidad y las reglas, vamos, heteropatriarcales de la sociedad en que vivimos?