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Mérida, Yuc., México, enero 24 de 2018
El crecimiento agroindustrial en el estado representa un detonador importante para la economía del sector productivo, y el campo de Yucatán tiene el potencial de continuar desarrollándose.
Desde el inicio de esta administración se ha procurado dotar de capacitación, insumos, equipos y herramientas a quienes se dedican a la actividad agropecuaria, lo que ha permitido consolidar el avance del rubro, logrando que cada vez sea más competitivo y con productos de calidad que pueden comercializarse a mejor precio.
Al día de hoy, Yucatán es el principal exportador a nivel nacional de miel, pulpo y carne de cerdo, así como de los más importantes de cítricos como el limón y la naranja.
Uno de los compromisos que el Gobierno del Estado adquirió con los yucatecos, fue la construcción de 300 kilómetros de carreteras sacacosechas, que facilitan la comunicación de las unidades productivas y el transporte de los insumos agrícolas. Actualmente, esa meta ya se ha alcanzado, pues en total se han construido 307 kilómetros, rebasando el reto establecido.
Otro proyecto estatal referente al campo consistía en tecnificar 30 mil hectáreas con sistemas de riego, invernaderos y mecanización. A la fecha ya se ha hecho lo propio en 40 mil 135 hectáreas, superando con creces la propuesta pactada.
También, en 2017 se creó la Central de Maquinaria Agrícola con una inversión de 90 millones de pesos para contar con tractores y equipo especializado en trillado y preparación de la tierra.
De la mano de estas obras, que beneficiaron enormemente a los agricultores del estado, también se llevaron a cabo esquemas que impulsarán la actividad de ganaderos, agricultores, pescadores y apicultores.
Tal es el caso del programa bandera Peso a Peso, que forma parte de una estrategia integral para el fortalecimiento del campo yucateco, el cual consta de una inversión igualitaria entre el Gobierno estatal y los productores rurales. En otras palabras, por cada peso que aporta el agricultor, la administración brinda otro para la adquisición de herramientas como maquinaria, semillas, agroquímicos, infraestructura y equipamiento del ámbito.
Peso a Peso ha ido creciendo en el tiempo y durante su primer año, representó una inversión de 51 millones 623 mil pesos. Desde 2016, la inyección de recursos rebasó los 100 millones de pesos, un avance superior al 100 por ciento en sólo cuatro años. A la fecha, el esquema ha invertido en total 414 millones, con aportaciones igualitarias entre miembros del rubro y el Gobierno.
Los resultados están a la vista de todos, pues Yucatán es un estado que se encuentra en constante desarrollo.
Entre 2012 y 2017, la producción agrícola creció más de 22 por ciento y la pecuaria avanzó más de 15 por ciento. Gracias a esto, la entidad tuvo un crecimiento en la agroindustria mayor a 41.6 por ciento entre 2012 y 2016, por lo que este sector se convierte en un motor de la economía estatal.
Es un hecho que Yucatán camina en un rumbo enfocado a generar más obras para el rubro, en el que los productores y el Gobierno laboran en conjunto para alcanzar logros que beneficien a los campesinos y trabajadores rurales, buscando que cuenten con las herramientas y el ingreso necesario para que, junto con sus familias, vivan en un estado de bienestar.