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Mérida, Yucatán, México, julio 16 de 2020
Funerarias debidamente establecidas se quejan que personal del trabajo social con el aval del cuerpo de gobierno del Hospital Agustín O’ Horán de Mérida están “haciendo su agosto” con “funerarias patito” a las que favorecen asignándoles directamente los servicios de traslado de cadáveres de personas que fallecen por Covid-19.
Señalaron que al fallecer algún paciente del hospital O’Horán, trabajo social condiciona la entrega del cuerpo si no se contratan los servicios de las funerarias “patito” que habitualmente tienen estacionados sus vehículos a las puertas del nosocomio ya que no cuentan con un local establecido.
“Le dicen a los familiares que solo esas funerarias pueden sacar el cuerpo de su ser querido, es decir, lucran con el dolor de las familias. De esa manera obtienen dádivas. Pedimos a las familiares que no se dejen presionar, que coticen donde mejor precio se les ofrezca, de acuerdo con sus posibilidades económica. Esperamos que las autoridades tomen cartas en el asunto y le pongan un alto a estos “gamberros cajoneros”, que cual zopilotes están a la espera de que fallezca alguien para aprovecharse de la situación”, aseguró uno de los quejosos.
Agregó que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) tendría que detener a las camionetas de estas “funerarias” debido a que no cuentan con permiso alguno y como vehículos particulares se llevan los cadáveres, operando fuera de la ley. También dijo que el Registro Civil no debe hacer ningún trámite para estos “negocios” que se hacen pasar por funerarias establecidas y que rotulan sus vehículos “cual camiones de transporte público”, con pintura de zapatos.
“Tuvimos conocimiento anoche de un familiar que tenía a su cónyuge en el Hospital O’Horán , son gente de escasos recursos del municipio de Kinchil. La persona falleció y le negaron la entrega del cuerpo si no contrataba los “servicios” de uno de estas funerarias “patito” que les estaba cobrando $14,500 pesos por la cremación. El señor no tenía con que pagarlo, por lo tanto el presidente municipal de Kinchil, lo apoyó y contrató nuestros servicios como funeraria legalmente establecida. En represalia, el personal del hospital quería obligar al familiar a entrara a identificar el cuerpo de su esposa, lo cual no está permitido por la pandemia del Covid-19, ya que viola los protocolos sanitarios porque puede propiciar más contagios. Nos preguntamos si el director del hospital O’Horán sabe lo que su personal está haciendo”, alertó el entrevistado.
Para quejas y denuncias sobre irregularidades en servicios funerarios la PROFECO dispone del Teléfono del Consumidor: 800 468 8722. También se pude acudir a las oficinas ubicadas en la calle 49 No. 479-A x 54 y 56, colonia Centro en Mérida con teléfonos: 252-94-08, 928-59-66.
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