863 palabras
Un catálogo de textos y fotografías basado en la imaginería de niños de Tenejapa, en los Altos de Chiapas, a través del cual se captura la esencia cultural de 72 palabras tzeltales —una variante dialectal del maya— es lo que ofrece Yo’Tan K’op. Corazón de la palabra, nueva publicación que rescata parte de esa lengua que actualmente cuenta con más de 200 mil hablantes.
Con textos de Regina Tattersfield y del fotógrafo Ilán Rabchinskey, e imágenes de él mismo; es una coedición de los institutos nacionales de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y de Lenguas Indígenas (Inali), el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, y la editorial Trilce.
“La idea era retratar las palabras, pero no como tales, sino capturar el significado cultural que hay detrás de ellas, de ahí el trabajo que hicimos con los niños de la escuela primaria bilingüe Venustiano Carranza, quienes nos brindaron los referentes de las casi 30 comunidades que comprende el municipio de Tenejapa”.
“Cualquier persona que abra este libro hallará a otros indígenas, no aquellos ligados a la imagen folklórica, de la artesanía, del indio descalzo cargando leña, visiones que más bien nos apartan del otro. La intención era que los infantes nutrieran las palabras para que fuera algo más auténtico”, expresó Ilán Rabchinskey, en la presentación editorial realizada en el Museo Nacional de Antropología.
En Yo’ Tan K’op. Corazón de la palabra, se encuentra la vigencia de los mitos y leyendas mayas (en español y tzeltal) relativos a la creación del maíz o elementos del firmamento como el sol, la luna y las estrellas; sus medios de subsistencia y esparcimiento: agua, cargar, fiesta, tejido; así como sus filias: mamal (viejito), kerem (niño), tatik (Nuestro padre), ants (mujer)…
Algunos vocablos también dan visos de realidades propias de la modernidad. Por ejemplo, una palabra elegida por los pequeños fue refresco y en el texto referente a esta bebida se menciona que “cuando hay cambio de autoridades, los bankilaletik que dejan el cargo intercambian refrescos con los que entran (…) Esta nueva tradición ha aumentado considerablemente la diabetes”.
Para el historiador belga, radicado en México desde 1973, Jan de Vos, Yo’ Tan K’op. Corazón de la palabra (que contó con la traducción al tzeltal de Xuno López Intzín), se inserta en la larga secuencia de retratos de gente maya realizada por foráneos.
En esta tradición se hallan litografías de 1828 publicadas por Claudio Linati, fotografías de exploradores como Teobert Mahler y Désiré Charnay, y más recientemente, a mediados del XX, de Bruno Traven y Gertrudis Duby. Ésto sin contar el despliegue de fotorreportajes suscitado por el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en 1994.
“Sin embargo —señaló Jan de Vos—, los autores de Yo’ Tan K’op…, Regina Tattersfield e Ilán Rabchinskey, se identificaron de tal manera con el mundo por ellos observado, que el inevitable sesgo de la otredad apenas se percibe. Es el resultado de una convivencia íntima y prolongada, con una comunidad humana muy concreta, que ellos llegaron a querer de una forma muy genuina.”
“El libro está destinado a los mexicanos mestizos, en un loable esfuerzo de acercarlos a algunos valores y conceptos de la cultura que yo llamo mesoamericana, tan desconocida y despreciada por buen número de mestizos del país.”
“Existen una infinidad de comunidades indígenas, parecidas a la de Tenejapa, que esperan nuestra visita. Hay que prestarles oídos, ir en busca de quienes ya alzan su propia voz y se expresan sobre su propio ser, en charlas, en textos escritos, en obras plásticas, en expresiones musicales. Entonces, se nos abrirán algunas ventanas a este mundo”, señaló el historiador.
Finalmente, Fernando Nava, titular del Inali, comentó que entre las variantes del maya, el tzeltal es una las lenguas con mayor vigor, luego del maya peninsular (yucateco), y cuenta actualmente con más de 200 mil hablantes.