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De todo se ha dicho sobre Gwyneth Paltrow, desde que los medios estadounidense se hacen eco de sus múltiples declaraciones. La actriz, que suele comunicarse a través de su página web, GOOP, ha asegurado sentirse encantada con lo que su hija Apple le cuenta sobre las madres lesbianas de una compañera de colegio: «Cuando mi hija me dice que su amiga tiene dos mamás, mi respuesta es: “¡Qué suerte tiene!”».
Matthew Morrison «es un gran amigo», asegura Gwyneth sobre su gran complicidad con el protatonista de la serie «Glee»
Paltrow ha levantado ampollas entre miles de norteamericanos al escribir: «No creo en la religión, creo en la espiritualidad. La religión es la causa de todos los problemas del mundo». Una de las ofendidas ha sido su amiga Madonna, fiel seguidora de la Cábala.
Con Madonna anda a la gresca por apoyar públicamente a la entrenadora Tracy Anderson, con quien se ha aliado para desarrollar una línea de ejercicios por internet. El problema es que Anderson, que trabajaba para Madonna, entre otras estrellas de Hollywood, fue despedida por la cantante cuando supo que tenía una relación con su asistente personal.
Quien habla largo y tendido de Gwyneth Paltrow, y no precisamente bien, es Winona Ryder, su íntima hace una década y su mayor enemiga en estos momentos. De hecho, la propia Gwyneth dio pistas de esta guerra en su propia web al mencionar a una ex amiga «venenosa, peligrosa y demoniaca, que está tratando de hacerme la vida imposible». En un lenguaje coloquial, Gwyneth tachaba a esa persona como su frenemy(es la palabra de moda en Hollywood, para hablar de un enemigo enmascarado). Tal es su amargura, que llegó a afirmar: «Siento alivio y felicidad por la humillante experiencia que sufrió mi vieja conocida», en clara alusión a los problemas de Winona con la justicia.
Con Brad Pitt
Ambas compartieron un apartamento al principio de sus carreras, cuando Paltrow salía con Ben Affleck y Winona con Matt Damon. Su amistad se fue al traste después de que Gwyneth supuestamente «robara» el papel de «Shakespeare enamorado» a Winona, tras encontrar el guión sobre la mesa de su amiga. Así lo confesaría el padre de Winona Ryder: «Mi hija sufrió mucho con lo que Gwyneth le hizo».
Son cosas del pasado que dejan poso en Hollywood, como su maltrecha relación con Brad Pitt, al que traicionó cuando estaban a punto de casarse, y que confesaría años después. «Yo intento controlarme cuando la gente habla mal de mí. Trato de pasar de esas cosas», explica Gwyneth cuando muchos aseguran que su matrimonio con el cantante Chris Martin, de Coldplay, hace aguas, y salen a la luz unas fotografías donde aparece con el protagonista de «Glee», Matthew Morrison. Ella se defiende negando la relación. «Matthew es un gran amigo. Resulta divertido cómo a la prensa le gusta cambiar las cosas».